— ¡Ok! tomemos un descanso.Yoongi suspiró agotado y fue directo al pequeño sofá en su garaje para tirarse sobre este. Lejos de cualquier problema que tuviera con Park Jimin, tener una banda era lo más tedioso con lo que podía vivir. Claro que no se quejaba, amaba componer y todo lo que conllevaba crear música, pero cualquier fastidio que pudiera tener se reflejaba en esta misma y era lo que más detestaba (sin contar a su pesadilla rubia).
— Yoongi, has estado demasiado distraído — Hoseok habló fastidiado, dejando su guitarra recostada en la pared — necesitamos practicar más si queremos presentarnos en la competencia y todavía no nos has enseñado la canción que jurabas tener desde hace un mes.
— Si, Yoongi... — Taehyung baja sus lentes ligeramente para ver al mencionado con aquellos ojos pícaros desde la batería — ¿Hay algo que te traiga tan distraído? — en su rostro se asomó una sonrisa ladina, juguetona.
Yoongi dirigió su mirada al castaño con el ceño fruncido para hacerle entender que sabia a la perfección de lo que hablaba.
— También se acerca el festival escolar. No podemos perder más el tiempo — Chaeyoung comentó para finalizar con las quejas en contra del pálido.
Yoongi revuelve sus azabaches cabellos estresado y suelta un gran suspiro. Estaba agotado de recibir queja tras queja a diario, ni siquiera un solo "Hey, amigo ¿estás bien?" o "Si necesitas ayuda en algo, cuenta conmigo". Absolutamente nada, para Yoongi esos 3 eran unos completos insensibles que querían explotarlo como si fueran sus jefes.
— Las tutorías me consumen por completo ¿bien? — suelta por fin — tengo que verle la cara a ese niñito de papá hasta en mi casa ¡entiéndanme!. Estoy viviendo una pesadilla en carne y hueso.
Hoseok rodeó los ojos tras escuchar su "excusa". Era obvio que sus problemas sólo tenían un nombre: Park Jimin, lo único o él único que parecía importarle desde hace una semana... va, si esto viene desde hace años, no es como si fuera una novedad para él que su amigo tuviera un tipo de relación sadomasoquista con ese chico. Pero claro, no podía decir ni una sola palabra, porque el idiota de Min se volvería loco, como siempre.
Miró a Taehyung con aburrimiento y este respondió su mirada cómplice. Ambos entendían a la perfección todos los sentimientos reprimidos que tenían hacerca del tema.
— Mira, dejaremos esto por hoy. BHC no puede tener lo peor de nosotros y tú, querido amigo, estás en Jiminlandia. — Chaeyoung habló por los otros dos, siendo la única con los ovarios suficientes como para decirle a Yoongi sus verdades sin importarle siquiera un poco la actitud altanera y berrinchuda que siempre tomaba como defensa.
Yoongi se cruza de brazos con una notable cara llena de resentimiento tras las palabras de sus amigos, mientras observaba como estos guardan sus cosas en silencio y se despedían de él para irse en cuestión de minutos.
Bien, quizás tenían algo de razón. Pero no lo aceptaría, jamás aceptaría que Jimin corría de un lado a otro con un lip gloss Dior en su cabeza varias veces al día como si fuera su diablillo. ¿La razón? ¡No la había! Solo le molestaba demasiado, le enojaba que le dijera bueno para nada, que lo retara, que se hiciera el muy importante con su estúpido noviencito de torta ¡y claro que no podía faltar Kihyun! explotándole el celular desde hace días amenizándolo por culpa del rubio.
Se levanta del sofá aturdido por sus pensamientos y ve la hora en el pequeño reloj de pared. Rueda los ojos fastidiando al ver que faltaban 20 para las 4 y fue directo a la ducha, se daría un baño antes de la llegada no deseada de Jimin.
Los martes no solía tener tutoría, pero a su madre le había dado por invitar a los amiguitos de Hanni junto a sus madres un día antes y Yoongi no tuvo otra opción más que ser el mayordomo de las mujeres con tal de tener el auto a su disponibilidad para el próximo fin (no pudo escapar porque Jihyo puso clavos en su ventana para evitarlo).
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FANCY BOY || YOONMIN
RomanceKim Namjoon no sabía que más hacer. Su hijo mayor, Yoongi, era un desubicado total, había vivido 17 años aguantando sus escándalos solo porque lo amaba. Sin embargo, era suficiente. Debía hacer algo para llevar a su hijo por el buen camino antes de...