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- Naruto... - el rubio se giro mientras caminaba por la planta principal del edificio. Estaba yendo hacia su auto con cierta calma a pesar de estar sangrando – espera – Hinata lo detuvo y lo giro hacia ella – debemos atender esa herida.

- ya... la sangre se esta coagulando. Iré a un hospital... tú puedes...

- voy contigo – Naruto trago levemente y intento no sonreír. No por el dolor, si no que, al tener los tejidos faciales abiertos... el aspecto seguramente no era precisamente lindo.

El rubio ladeo su rostro bajando un poco su cabeza ocultando esa mejilla derecha la cual estaba abierta. Sonrió levemente – pensé... que no me hablarías – el murmuro ciertamente contento y ella tomo su mano.

- te vi hacer lo que... haces – el volvió su mirada a ella notando que, a pesar de estar algo apenada, se veía convencida – pero también vi... que buscas hacer el bien... aunque sea de la manera menos ortodoxa – Naruto sonrió levemente y trago con pesadez murmuro.

- creo... que quiero llorar – ella levanto su mirada notando como sus ojos estaban cristalinos – debe... ser el mejor día de mi vida – Su media sonrisa le cautivo su corazón y inevitablemente estiro la palma de su mano acariciando su mejilla izquierda, aquella que estaba sana con lentitud. Naruto se dejo acariciar y claro que disfruto de la calidez de la palma de ella – vamos, ya me arde la cara – el divertido le comento a ella que se sonrió asintiendo.

Una vez en el auto, Hinata recordó a su hermanastra y miro fijamente al rubio - ¿y... Amanda?

- no se ira a ningún lugar – este le respondió con cierta tranquilidad – ya sabe que no va a poder escapar – Hinata conducía mientras él se ponía vendas en la cara para intentar evitar que la sangre siga saliendo de su cuerpo – además... tiene que enmendar lo que le hizo a su padre.

- ¿es... cierto que lo mataste? – Naruto asintió mirando el camino con relativa calma - ¿era... necesario?

- digamos que esto es un edificio – Naruto levanto su mano izquierda – en la planta baja están los civiles – ella asintió – luego, vienen los funcionarios públicos – el la señalo – siguen los burócratas – señalo hacia arriba – los políticos de alto grado – nuevamente estiro su mano y luego toco el techo – por ultimo... los presidentes de cada poder – ella asintió – sin embargo, el edificio tiene cimientos – Hinata observo a Naruto decir aquello – allí están los espías como Madara – La detective bajo su mirada – ahí esta Amanda...

- ¿y tu?

- yo no existo – La Hyuga curvo su rostro – muy pocas personas saben quien soy... y las que saben quien soy, entienden la gravedad de traicionar mi persona... a sí mismo, yo también entiendo cuál es mi posición con ellos.

- ¿estas hablando de una secta? – Hinata ya mas curiosa observo a Naruto mientras se detenía en un semáforo. La noche parecía ser mágica a su lado y escucharlo hablar de cosas que no estaban en su compresión.

- no... lo llamaría así – el al final lo medito un poco – diría una organización de la que... lamentablemente, me volví el miembro más influyente – Ella observo a Naruto directamente – esto al final es un juego en el que gana quien sale de la órbita del mundo – Hinata noto que entonces, había cosas diferentes en el auto de Naruto. Por ejemplo, el estéreo no era de los actuales... era uno que tenía reproductor de DVD. El auto no tenia manos libres y incluso, la radio no funcionaba dado que estaba desconectada. Realmente, hasta el punto que llegaba para preservar la "privacidad" de sus conversaciones era gigantesca.

- pero... tus hermanos son gente mundialmente conocida.

- irónico ¿no? – el divertido se carcajeo. Ya faltaba poco más de un kilómetro para llegar – sin embargo... eso me facilita demasiado las cosas. Las cosas permanecen mejor ocultas cuando están a la vista de todos – ella sonrió al oír aquello y asintió – y en este ajedrez... mi premio es salirme del mundo sin dejar rastro.

El Fantasma De Hotters (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora