Los días siguientes al tour por Barcelona fueron una mezcla de emociones para TN. Mientras volvía a los entrenamientos con el FC Barcelona para preparar los próximos partidos, no podía dejar de pensar en Billie Eilish. La manera en que el sol acariciaba su rostro, su risa que aún resonaba en su mente, y sobre todo, el beso al atardecer en Montjuïc. Era imposible olvidar lo que habían compartido. Cada vez que tenía un momento de descanso, encontraba su mente vagando hacia esos recuerdos.
Billie también estaba en su mente, pero en su vida también había responsabilidades. La gira por Europa continuaba, y aunque TN sabía que pronto tendría que partir hacia otro país, algo en él sentía que ese no era el final. Durante los días posteriores, se enviaban mensajes constantemente, sus conversaciones eran cada vez más profundas y personales. A menudo intercambiaban pensamientos sobre la fama, los desafíos de estar bajo los reflectores y el peso de las expectativas.
Una noche, tras una victoria importante en el Camp Nou, TN recibió un mensaje que aceleró su corazón.
"Voy a estar libre este fin de semana. ¿Te gustaría que pasáramos más tiempo juntos? No me voy de España hasta el lunes por la mañana."
El mensaje de Billie era claro, y TN no lo dudó ni por un segundo. Quería verla de nuevo, y sabía que este fin de semana podría ser su única oportunidad antes de que ella siguiera con su vida de giras. Le respondió al instante, asegurándole que se encargaría de los planes.
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Un Encuentro Inevitable
El fin de semana llegó rápido, y TN decidió organizar algo especial. Esta vez, no quería que fuera solo un paseo turístico o una simple comida. Quería algo más íntimo, algo que les permitiera estar juntos sin las distracciones del mundo exterior. Reservó una villa privada en las afueras de Barcelona, lejos del bullicio de la ciudad. La casa tenía una vista espectacular al mar y estaba rodeada de naturaleza, ofreciendo una paz que ambos ansiaban.
Cuando TN pasó a buscar a Billie por su hotel, ella llevaba un look relajado, pero con un toque de sofisticación. Una falda larga negra, un top de tirantes ajustado y una chaqueta ligera, su cabello caía suelto sobre sus hombros, y a pesar de la sencillez de su atuendo, había algo magnético en su presencia. TN la miró y no pudo evitar sonreír. El simple hecho de estar cerca de ella lo hacía sentir diferente, como si el mundo a su alrededor se ralentizara.
—¿Estás lista para una escapada? —preguntó TN mientras ella se acomodaba en el coche.
Billie sonrió de vuelta, sus ojos brillando con anticipación.
—Más que lista.
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Una Noche Para Recordar
La villa era todo lo que TN había imaginado: aislada, tranquila y con una atmósfera romántica que parecía perfecta para lo que ambos necesitaban. El atardecer tiñó el cielo de colores anaranjados y rosados mientras se sentaban en la terraza, compartiendo una botella de vino y charlando sobre sus vidas. La conversación fluyó de manera natural, pero esta vez, la atracción que sentían el uno por el otro era palpable, como una corriente eléctrica que recorría el aire.
Mientras la noche caía, TN decidió llevar a Billie al interior de la villa, donde una cena preparada por un chef privado los esperaba. La mesa estaba decorada con velas, y las luces tenues creaban un ambiente íntimo. Billie lo miraba con una mezcla de sorpresa y gratitud.
