Habían pasado ya ocho largos meses desde aquel partido en el que TN fue lesionado por accidente por su compañero Theo Hernández. Después de la recuperación, TN había vuelto al campo con más fuerza y determinación que nunca, justo a tiempo para el tramo más importante de la temporada. El PSG avanzaba en la Champions League, y tras una temporada llena de altibajos, habían alcanzado la esperada semifinal.
Los medios estaban enfocados en la próxima gran cita, un enfrentamiento épico contra el Manchester City, uno de los equipos más fuertes de Europa. Pero a pesar de la importancia del partido que se avecinaba, algo mucho más significativo ocupaba la mente de TN: Billie estaba en el noveno mes de embarazo, y el nacimiento de su primer hijo estaba más cerca de lo que ambos imaginaban.
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El día del partido llegó con una intensidad palpable. El estadio estaba lleno de hinchas de ambos equipos, ansiosos por ver a sus estrellas brillar. La energía era eléctrica, y a pesar de haber estado fuera de las canchas por un tiempo, TN había demostrado en su regreso que estaba en su mejor forma. Jugaba con más confianza y madurez que nunca, pero con una responsabilidad añadida: sabía que en casa lo esperaba algo mucho más grande que cualquier trofeo.
El primer tiempo del partido fue una batalla de ida y vuelta. El Manchester City, dirigido por Pep Guardiola, atacaba sin cesar, con Kevin De Bruyne generando peligro constantemente. Pero el PSG, con un bloque defensivo bien organizado y la velocidad de jugadores como Mbappé y Neymar en la delantera, lograba mantener el equilibrio. TN jugaba como mediocampista ofensivo, distribuyendo el balón con precisión, buscando siempre la oportunidad de romper la defensa del equipo inglés.
Fue en el minuto 42, justo antes del descanso, cuando TN hizo una jugada espectacular. Tras recibir un pase profundo de Marco Verratti, TN giró sobre sí mismo, dejó atrás a dos defensores del City y, con un disparo colocado, envió el balón al fondo de la red. El estadio explotó en gritos de euforia. El PSG se ponía 1-0 arriba, y el equipo se encaminaba a una final histórica.
Sin embargo, TN no dejó que la emoción lo sobrecogiera. Aunque el gol fue un momento inolvidable, en su mente seguía rondando el pensamiento de que en cualquier momento Billie podría llamarlo. Desde hacía unas semanas, había estado pendiente de su teléfono en cada momento posible. El nacimiento de su hijo estaba cerca, y él quería estar allí para cada instante.
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El segundo tiempo fue aún más intenso. El Manchester City empató el partido rápidamente gracias a una increíble jugada de Foden, y el PSG tuvo que luchar con uñas y dientes para mantener el control del juego. En el minuto 78, un contragolpe rápido de Mbappé les dio la ventaja nuevamente, dejando el marcador 2-1 a favor del PSG. El equipo parisino aguantó el marcador y finalmente consiguió una victoria vital que los llevó a la final de la Champions League.
Tras el pitido final, los jugadores del PSG celebraron efusivamente en el campo, sabiendo que estaban un paso más cerca de alcanzar la gloria europea. TN, aunque feliz por la victoria, no podía dejar de pensar en Billie. Sabía que el momento del nacimiento de su hijo estaba cerca, y quería estar allí con ella lo antes posible.
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Después del partido, TN fue directamente al vestuario, revisó su teléfono y, para su alivio, no había mensajes de emergencia. Tomó una ducha rápida y se preparó para ir a casa con Billie, quien lo esperaba para una cena íntima para celebrar la victoria. Esa noche sería especial, no solo por el triunfo en el campo, sino porque TN sentía que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.
