Primera Vista

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Eran las 9 AM, el sol entraba apenas por las ventanas y se dirigían a la cama, no iluminaban demasiado, pero si lo suficientemente como para notarse lo temprano que era.

No había ruido, estaba tan calmado, que probablemente podría pasar así todo el día, después de todo, el no había dormido nada bien, nunca lo hacía, siempre tenía pesadillas y si no, el simple hecho de volver a una lo asustaba tanto como para querer volver a dormir.

Will Graham, estaba en su cama, su cabello le cubría parte de la cara, algunos de sus perros dormían en el piso, solo unos 2, mientras los otros estaban sobre sus piernas.

En ese momento, Will estaba comodo y tranquilo, estaba sudado pero se negaba a dejar a los perros , si se levantaba los movería... No fue hasta que.

Su teléfono sonó, Jack Crawford en el.

Will puso los ojos en blanco, acción que le dolió debido a que estaba bajo el efecto del sueño aún, así que espero un rato, tal vez se detendría, pero seguía, el ruido lo había molestado lo suficiente como para seguir ignorando lo
Se levantó, disculpandose con la manada por aturdirlos y levantarlos.

Tomo el teléfono aguantando las ganas de suspirar y colgó, no quería hablar, por más tonto que fuera, estaba más dispuesto a contestar mensajes, además, pensaba que de todos modos Jack lo buscaría.

-Buenos días Will

-Buenos Días

-Preguntaria porque me colgaste,pero viendo la hora, imagino te acabas de levantar

-si ¿Por que me llamabas?

-Te recuerdo que hoy tenías que revisar algo

-ok

Sabía que a Jack le molestaba las respuestas sin explicación, le molestaba no saber que quería decir, pero Will estaba aún soñoliento como para molestarse en escribir una respuesta más larga que eso.

Se quedó en la cama por un rato, disfrutando el calor que entraba por la ventana, se sentía muy bien en su piel.

Luego de unos segundos se levantó dejando salir a los perros e ir a cambiarse pero antes, la higiene claro.

Se dio un baño, aunque le molestaba el agua fría ,le molestaba más estar adormilado todo el día, se cepillo y trato de peinar su salvaje cabello, después de haberse jalado demasiado el cabello y casi haber roto el peine, pensó que así estaba bien, no es como si pudiera hacer más.

Rendido ante su maraña de cabello, fue a su armario no observo mucho, debía vestirse rapido, ya era bastante tarde.

Se puso lo primero que encontró, su camisa de cuadros colo lima semi oscura y unos jeans sueltos marrones.

Dejo entrar a los perros, dándoles agua y comida antes de salir, despidiéndose de todos con un abrazo.

Salió de su casa caminando rápido, subiendo a su camioneta, arrancando a otro día, otro día lento y cansado para ver lo peor que cualquiera imaginaria.

Cada día era igual para el

Despertar

Trabajar

Volver

No poder dormir

...

Despertar

Trabajar

Volver

No poder dormir

Siempre la misma rutina, lo único que cambiaba eran los horrores que veía en su trabajo y el daño que sufría su cabeza.

Hasta La Noche (Hannigram )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora