Angustia Adolescente 🍂

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“Entre amigos nos volvemos rivales en el amor, pero no dejamos de ser amigos”
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Como de costumbre estaba leyendo un cómic en la mini biblioteca, un Manhwa BL pero sin +18 ya que en el colegio estaban prohibidos los cómics +18 por obvias razones.

— ¿Qué quieres tomar? — levante la mirada y me encontré con la mirada de Elias.

— ¿Mh?

— ¿Qué quieres tomar? — repite de nuevo.

— Eh...¿un juego de manzana?

— Jaja ¿qué fue eso? ¿Me lo estás preguntando a mi? — me sonroje levemente por sus risas — ahora regreso...

Sin mas lo veo salir de la mini biblioteca dejándome sola, nunca antes habiamos cruzado una palabra sin ser cosas que tengan que ver con los libros por lo que me sorprendió que me hable el primero.

Luego de unos minutos regreso con una pequeña botella de jugo de manzana y con otra de naranja, me entrega la de manzana y se sienta detrás de su escritorio.

— ¿Cuánto te debo? — Elias me mira confundido — Por el jugó...

— Nada — eso me sorprende — es mi regalo, gracias a que siempre estas viniendo no cierran esta biblioteca.

— ¿En serio? — él solo asiento.

El silencio volvio a reinar en la biblioteca y yo ya no quize preguntar mas, aun que tenia mucha curiosidad, pero asi estaba bien ya que sabia que Elias no era de hablar mucho.

𓂃 𔓘

Mientras esperaba el bondi en la puerta del colegio, que me iba a llevar a casa, miro la botella de manzana en mis manos recordando cuando por primera vez Elias me dio una.

Elizabeth y Sarah estaban a mi lado pero ellas esperaban a ser recogidas por sus madres, ambas se miraban y aun seguían muy preocupadas por la relacion que tengo con Sebastian.

— ¿Meli estas bien?

— Sí, ¿Por? — me cruce miradas con Sarah quién estaba algo preocupada.

— Por nada...

Nos despedimos con un beso en las mejillas y ambas se suben a los autos de sus madres, no me ofrecen para llevarme a casa ya que ellas vivian en Piriápolis y Punta del esté mientras yo viva hacia otro lado, en un barrio que estaba casi que volviéndose lentamente en una cuidad.

De repente siendo las risas de Sebastian y la voz baja pero fuerte de Elias y volteo a verlos, ambos se paran a mi lado, Sebastian junto a mi y Elias junto a Sebastian.

— ¿Y que tal?

— ¿Qué cosa?

Sebastian me miro sonriendo y yo estaba confundida, ya de por si estaba muy nerviosa porque no era buena hablando con chicos y mi expresión se volvía tan seria que daba miedo, y no conforme a eso el me habla tan familiar que no sabia que hacer.

— ¿Cómo qué que cosa? El jugo

— Ah ...¿qué con eso?

Sebastian suspiro fastidio y Elias solto una leve risa, yo seguia muy confundida y incómoda con la situación.

Sebastian apoya una de sus manos en su cadera y se voltea a verme mientras me mira con algo de fastidio.

— Mis gracias — extiende su mano hacia mi como si tuviera que darle algo.