Últimamente, Tanjiro sentía que sus misiones eran bastante inusuales. El instinto de cazador dentro del castaño le advierte constantemente que algo no andaba bien, los lugares que visitaba y los demonios que se topaba parecían querer reafirmar aquella creencia, lamentablemente no podía encontrar alguna razón que justificara aquellos pensamientos paranoicos en su cabeza.
Fue en la tercera misión de la semana que pudo encontrar su primera pista, un inusual olor que había percibido en su primera misión, olor que había identificado en las anteriores misiones también. Aquel sutil olor a madera podrida molestaba a su nariz, pronto se vio obligado a acostumbrarse al no encontrar su origen, lo único que lo mantenía tranquilo es que en ninguno de los pueblos que ayudaba tenían alguna baja.
En la cuarta misión, Tanjiro se dio cuenta de un inusual patrón en el viento, el aroma a madera podrida olía levemente cuando llegaba a los pueblos y se volvió más intenso conforme se adentraba, como si el demonio viviera una temporada en el lugar y luego se fuera sin lastimar a nadie. Aunque el castaño agradeció esas acciones, era inusual esa forma de actuar.
Durante su misión Tanjiro tomó la decisión de seguir el aroma de ese demonio, dejando a su hermana a salvo en la posada, Tanjiro corrió por las calles en silencio, intentaba captar el aroma para guiarse, en su recorrido logró captar dos aroma más, sorprendido Tanjiro se preguntó si eran tres demonios los que viajaban juntos, algo descabellado para seres que iban en solitario, pero no imposible.
Apunto de llegar hasta su destino, Tanjiro escucho un grito que lo hizo desviarse de su camino y hacerle frente a otra batalla más. A lo lejos, unas figuras escapaban del pueblo suspirando con alivio, no debían ser vistos a un y mucho menos se atrapados, aún tenían un paquete que entregar y para ello debían seguir el plan original. Al finalizar con el demonio de aquella noche, Tanjiro no tuvo tiempo de descansar, pues su cuervo se había acercado hacia él con rapidez para indicarle el lugar de su próxima misión.
¡Kamado Tanjiro! ¡Kamado Tanjiro! ¡Dirígete a tu próxima misión cerca de las montañas de Shirakawago! - gritaba con mal humor el cuervo ante la lentitud del cazador - ¡Se rumorea que un demonio apareció al pie del bosque!
¡EH! ¿Al menos puedo esperar a que amanezca? - intentó apelar Tanjiro. Aunque no había sido herido, si deseaba descansar un poco.
El cuervo voló en picada sobre la cabeza de Tanjiro y empezó a picotear sus cara ¿Que se creía ese humano? Si él le decía que se pusiera en marcha, es porque así debía de hacerlo, el descanso era para los heridos, no para los cazadores saludables. El castaño se cubrió lo mejor que pudo y corrió alejándose de su cuervo mensajero.
¡Ponte en marcha! - graznaba el cuervo con insistencia - ¡En marcha, cazador!
¡Ya entendí! Cálmate por favor - lloraba Tanjiro por tal abuso. Corriendo hasta la posada tomó sus cosas y salió rumbo al siguiente destino, seguido muy de cerca por su cuervo.
Durante su caminata Tanjiro pudo despejar su mente y dejar de darle tantas vueltas a sus suposiciones, la tranquilidad de la noche calmó su corazón y analizar mejor su situación ¿Porque los demonios lo buscarán atacar sin un fin? ¿Por qué no intentaban devorar a la gente de los distintos pueblos?
Reflexionando cada una de sus misiones, Tanjiro noto algo a lo que nunca le había prestado atención debido al furor de la batalla, los demonios que lo habían atacado parecían no tener una voluntad propia, sus acciones eran repetitivas y pocos usaban su habilidad de sangre correctamente, haciendo que sus misiones fueran relativamente fáciles, sin mencionar el sutil, pero persistente aroma a madera podrida en cada uno de esos lugares.
Por más que Tanjiro deseaba ponerle fin al asunto, sus pensamientos no lo dejaban dar vueltas al mismo punto, no tenía sentido que esos demonios buscarán morir por cuenta propia, entonces... ¿Había alguien que los estaba manejando cual marionetas? Tanjiro no dudaba que existiera algún demonio con esas habilidades, pero si su objetivo no era la gente ¿Eran los cazadores a quienes buscaba? si ese era el caso ¿Porque solamente lo perseguían a él?
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El juego de los demonios
FanficTanjiro jamás imagino que el inusual peso en su espalda causaría un problema mayor. En la soledad de su habitación, unos demoniacos ojos de un profundo azul se asoman para cambiar el rumbo de su vida, sabe que está mal darle protección a aquel demon...