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Narra Agus:

Lunes 7 a.m.

Mi despertador sono indicando que debía levantarme, era el primer día de clases y no quería llegar tarde, a si que con pesar estire mi brazo fuera de las cobijas y apague la alarma. Me levante con pereza fui al baño y luego a desayunar, una chocolatada con tostadas.

Salí rumbo a la escuela y al llegar como todos los años me ubique en uno de los bancos en el fondo.
‐Ahí me siento yo- hablaron y le levante la vista encontrándome con Gabriel.
‐Yo llege primero- respondí quitándole importancia, nunca me había caído bien y sabía que el estaba algo enojado ya que yo fui su remplazo en el partido.
-No me importa, sal- repondio enojado.
-No- conteste serio.
La seño se acerco a donde estábamos nosotros.
-Que pasa?- pregunto, iba a responder pero Gabriel habló antes.
-Nada, solo estábamos hablando- dijo sonriendo inocente.
-Perfecto se llevan bien, siéntense juntos- hablo la seño alejándose de nosotros mientras Gabriel se sentaba a mi lado.

Las clases pasaron con lentitud, era horrible tenerlo sentado a mi lado.
-Yo creo que el armador es una parte muy importante del equipo, un mal armado arruina toda la jugada- empezó a hablar de la nada, sabía porque decía eso y si me dolió ya que me sentía culpable por haber perdido ese punto.
El timbre sono informado que debíamos salir al recreo, el se levantó y salió al patio, yo me quede sentado en silencio mirando a la nada.
-Tal vez si fue mi culpa- murmure muy bajito, puse mis piernas sobre la silla y abrace mis rodillas escondiendo mi cara en ellas. Levante la vista cuando escuche pasos acercarse encontrándome a Gabriel y sus amigos.
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Después de que se fueron, corrí al baño y me encerré en uno de los cubículos. Me senté sobre el inodoro y comencé a llorar en silencio mientras abrazaba mis piernas, me sentía tan inútil. Escuché el timbre del final del recreo sonando y me levante de mi lugar, ya casi no lloraba así que simplemente seque un poco mis lágrimas y lave mi cara, me seque y me fui al aula al entrar Gabriel ya estaba en el banco, así que en silencio me senté a su lado mirando al frente, este se giro a verme mientras sonrió con burla.
-Que mal se siente ser un perdedor, oh bueno, eso supongo- rio. Si me dolió su comentario pero también me enoje.
-Supongo que aun más mal se siente que te cambien la titularidad- lo mire sonriendo con malisia.Este solo chasqueo la lengua y volvió a prestar atención a la clase lo que me hizo reír.

Escuche el timbre de salida así que rápidamente junte mis cosas y me dirigí a la salida, no podía esperar para llegar a casa. Cuando estaba a punto de subir a mi bicicleta Gabriel me tomó la remera tirándome hacia el.
-Escuchame, quiero que renuncies a tu puesto como armador, lo entendes?- pregunto enojado mientras me tomo del cuello de la remera.
-Claro que no! Entrene mucho para lograr estar ahi- me defendí con algo de enojo intentando safarme de su agarre.
-Ese es mi puesto! Vos te lo robaste- hablo o más bien grito, sacudiendome de la remera.
Lo empuje con fuerza alejandolo y safandome de su agarre.
-No voy a renunciar, olvidalo- respondí. -Vos perdiste el puesto por estarte peleando y bajar tu rendimiento- incrimine.
-Pero si vos no estuvieras molestando de todas formas no sería remplazado- hablo intentando acercarse a mi otra vez.
-Pero si estoy, y te aguantas- respondí queriendo terminar ahí la conversación, me subí a mi bicicleta y me fui.

Suspire cuando ya estaba por llegar a casa, deje la bici en la galería y camine entrando a casa en el sofá pude ver dos cabezas, reconoci de inmediato a mi hermano y Joel.
-Hola- salude sin muchas ganas mientras caminaba a mi habitación.
-Que te pasa?- pregunto mi hermano, seguramente preocupado porque no era molesto y energético como siempre.
-Nada- respondí seco y entre a mi habitación cerrando la puerta detrás de mi.
Me tire en la cama, no quería saber nada de nadie, enterré mi cara en la almohada y las lágrimas comenzaron a salir.

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