No es tu culpa [Karma Akabane x M!reader]

I

Mamá... quiero irme...
... déjame volver contigo...
... esto no era lo que yo quería...

—Hey, Rio,—pronuncia tratando de llamar la atención de la ajena—¿por qué tan alegre?—Cuestiona un pelirrojo tomando asiento sobre la mesa de la chica, quien, intentando parecer misteriosa, suelta un pequeño ruidito como si no supiera de qué habla, para acto seguido contestar de forma burda.

—Hmm~, no lo sé, quizás hoy pasará algo interesante.—Finaliza su oración soltando una pequeña risita nasal, llamando la atención de un chico andrógino que venía llegando al aula de clases.

—¿De qué están hablando?—Se incorpora en la conversación—¿Qué va a ocurrir hoy?—Sus pasos fueron lentos y calmados, llegando junto a ambos adolescentes. Su amiga rubia no tardó en volver a soltar una pequeña carcajada, tomando una posición relajada sobre su silla, posicionando sus brazos por detrás de la nuca y empezando a columpiar la silla.

—Eso trato de averiguar, pero esta idiota no quiere soltar la sopa.—El comentario fue interrumpido por un alegato ofendido por parte de la rubia ante la forma en la que se había referido a ella.

Antes de que la conversación siguiera avanzando, la asesina, Irina Jelavic, ingresa al aula de clases exigiendo que se mantuvieran todos callados y no la molestaran. Con caras poco conformes, se dirigen todos a sus asientos, mirando fijamente a la mujer, esperando algún movimiento de su parte, pero lo único perceptible era ella deslizando la pantalla de su tableta mientras murmuraba quejas por la falta de internet. 

Ninguno de los estudiantes estaba conforme, la preocupación por los exámenes que se aproximaban cada vez más rápido les carcomía por dentro, dejándolos a todos ansiosos por saber qué sucedería si las cosas continuaban de esa manera.

—¡Ya estamos hartos, al menos enséñenos alguna cosa!—La exclamación fue escuchada en todo el salón de clases, dando pie a que todos los alumnos se sumaran, empezando a gritar, exclamar, quejar y lanzar cosas. Estaba más que claro que aquella mujer no era aceptada por los estudiantes de la 3-E.

La clase acabó luego de que Karasuma interrumpiera el acalorado momento al ver que los chicos no se detenían. La felicidad misteriosa que presentaba Rio fue olvidada después de eso, los ánimos de todos, a excepción del alturista Karma, estaban por los suelos, haciendo que ya nadie prestara atención a aquél comportamiento de la mañana.