Sabía que ese momento iba a ser incómodo para él, no me miró en ninguna ocasión a pesar de estar literalmente en frente suya.
Me aclaré la garganta, tenía los labios secos, es verdad que nunca me había imaginado tener que hablar sobre algo como esto, era más difícil de lo que parecía.
"Lo siento." Me dejó helado.
Hao había hablado antes que yo para pedirme perdón, acababa de descubrir la razón que tenía para ignorarme.
Él se creía que yo estaba enfadado, pero no era así, Hao lo había malinterpretado todo.
Después de decir eso Hao se levantó de repente, lo detuve cogiéndole de la mano.
"¡Me gustas!" Las palabras que había estado practicando desde que me había empezado a ignorar salieron solas.
Pude notar que tenía la cara ardiendo y no era de la fiebre sino de la vergüenza.
Ahora Hao era el que se había quedado congelado, no movió ni siquiera los ojos.
Aparté la mirada, no me iba a atrever a mirarle si no decía nada, me llegué a preguntar si yo era él que se había confundido por unos segundos hasta que Hao entrelazó sus dedos con los míos, se me había olvidado que seguíamos cogidos de las manos.
Apoyó su cabeza en mi hombro y soltó un suspiro de alivio.
"Menos mal, pensé que no volverías a dirigirme la palabra." Sabía que estaba sonriendo sin verlo, no me hacía falta.
Le acaricié la cabeza como si fuera un gato y nos quedamos en esa posición por un buen rato hasta que Hao se separó de mí.
"No tienes ni la menor idea de que tan sorprendido estaba."
"Tu cara me lo decía todo, no sé cómo no te duele la mandíbula de tener tanto rato la boca abierta." Bromeé con él como si nunca hubiera pasado nada.
Me temía lo peor cuando me había confesado, se me pasaron tantas cosas por la cabeza cuando se quedó callado que estaba a punto de ponerme a llorar.
"No sabes lo mal que lo he pasado cuando te has quedado callado." Hice un puchero. "Casi me pongo a llorar." Hao se río y me sujetó incluso más fuerte de la mano.
"Perdón, pero me dejaste sin palabras." Le pellizqué la mejilla a modo de castigo pero sin hacerle daño obviamente.
Después de un rato de que habláramos sobre como nos sentamos cada uno y que me explicará porque me había ignorado, que fue por lo que intuí.
Le conté que lo había pasado muy mal cuando me ignoraba y le pedí que no lo volviera a hacer si no quería que a la próxima vez le golpeará.
De hecho, no solo se lo pedí, también hicimos una promesa de dedo meñique.
Hao dijo que ese tipo de cosas eran muy infantiles, estaba seguro de que no lo haría pero le logré convencer y, para mí sorpresa, al final lo hizo.
Pasaban los meses y el grupo se estaba preparando para sacar un nuevo álbum, las ventas del primero fueron bastante buenas, por lo tanto se esperaba que de este se duplicarán más o menos.
Me levanté un día cualquiera y lo primero que pude distinguir fue a Hao sentado en mi cama.
"¿Cuánto tiempo llevas así?" Le pregunté con una sonrisa nerviosa.
"Ni lo sé ni me importa, podría pasarme años mirándote." Le pegué, me estaba dando vergüenza todo lo que decía.
"No digas ese tipo de cosas." Me incorporé y senté al lado suya para poner mi cabeza en su hombro.
"Además tú eres mucho más atractivo que yo." Dije mirándole fijamente a los ojos, le peiné un poco el pelo ya que lo tenía muy alborotado, parecía que le gustaba.
"Me recuerdas a un gato." Le dije con una sonrisa, me miró y sonrió de la misma manera.
"Tú me recuerdas a un ángel." Le dejé de peinar para pellizcarle la mejilla, siempre me ponía nervioso cuando decía cosas como esa.
Él se acercó más a mí y me dió un pequeño beso en los labios, no duró más de dos segundos.
Se levantó y se fue al baño a asearse antes de que pudiera decir cualquier cosa, encima se fue sonriendo, se le notaba a leguas.
Yo salí de la habitación y fui al salón para esperar por él y por los demás.
Pocos estaban despiertos, uno de ellos era Taerae así que me senté a su lado sin que se diera cuenta.
Cuando se giró y se dio cuenta de que estaba ahí noté como saltó un poquito del susto, me entraron ganas de reírme pero fui capaz de aguantarme.
Desayunamos juntos todos como de normal, me senté al lado de Hao y varias veces me alimento, me daba vergüenza, para variar me intentaba poner más nervioso de lo que ya estaba, pude notar que me sonrojaba.
Después cuando íbamos a practicar el nuevo baile todos juntos fue notable que la presencia de alguien faltaba.
"¿Dónde está Gyuvin?" Preguntó Gunwook, que fue el primero en darse cuenta.
Ninguno sabíamos dónde se encontraba así que me ofrecí a ir a buscarlo, los demás de mientras nos esperarían.
Estaría en su habitación, me dirigí en esa dirección y efectivamente cuando llamé, me contestó una voz apagada, no tenía nada de parecido con como solía sonar Gyuvin.
Abrí la puerta y entré de inmediato, Gyuvin se veía triste tal y como sonaba, no pude evitar preocuparme.
"¿Estás bien, Gyuvin?" No me respondió, me recordó a como se comportó Hao ese día, pero él estaba enfadado, no triste como Gyuvin.
Le di un abrazo sin pensármelo dos veces, Gyuvin se quedó quieto por un rato hasta que noté como me envolvían sus brazos de vuelta.
"¿Te llevas muy bien con Hao hyung, ¿no?" Me extrañó ese comentario, ¿que tendría que ver mi relación con Hao?
"Como con todos." Gyuvin negó la cabeza.
"Se os ve muy unidos." Ahí me empezó a entrar pánico, ¿se habría dado cuenta de nuestra relación?
"Parece que le prefieres antes que a mí." Abrí los ojos lo máximo que pude de la sorpresa.
"¿Qué quieres decir?" Levanté una ceja.
Se quedó callado por un par de segundos, me estaba entrando mucha curiosidad.
"Me gustas, Hanbin."
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Our Life Being Idols // Haobin // BXB
RomanceDespués de mucho esfuerzo, lágrimas y sufrimiento, finalmente Sung Hanbin logró debutar en el grupo proyecto llamado 'Zerobaseone' junto con Zhang Hao, una persona que admira mucho y que ha hecho que gane confianza en sí mismo y también hacerle sent...