Me levanto después de una larga siesta y bajo de nuevo al salón, donde solo estaba mi padre en este momento. Al notar mi presencia, me mira y sonríe.
—Mi princesa ya se ha despertado.
—Te he extrañado esta semana.
Mi padre se ríe y me mira antes de preguntar.
—¿A mí o a mi dinero?
—Papá... —Me río y le abrazo sonriendo--. Obviamente a ti, he podido sobrevivir sin el dinero.
Me acaricia la mejilla sonriendo y vuelve a mirar la televisión.
—Oye... ¿Has visto a Halim? —Veo como se pone serio al pronunciar el nombre de mi hermano y niega con la cabeza.
—Que yo sepa sigue estando con ese.
Noto que es un tema delicado pero aún así me arriesgo a sacarle información.
—¿Que os ha pasado con él?
Mi padre suspira y aparta la mirada del televisor para mirarme.
—¿Y este interés?
—Nada, solo quiero saber por que os habéis puesto tan nerviosos el abuelo y tú al verlo aquí.
—No pasa nada. —Suelta un suspiro y me acaricia—. Simplemente no nos gustó que entrara así como así, entiendo que tanto tú como Halim tengáis costumbres de España, pero sabéis que aquí no os podéis juntar como allí a no ser que seáis familia, si quieres salir un rato con tu hermano adelante, pero solo tiene que ser él.
—Lo sé papá, pero sé que él conoce a la familia.
Llamo la atención de mi padre y me mira con más interés.
—¿De qué lo sabes?
—Bueno... tengo fotos de Yasmina y Amin en mi habitación. —Agacho la cabeza al nombrarlos—. Y he visto que en algunas salía él, sobre todo con Amin. —Miro de nuevo a mi padre—. Y en nuestra azotea. —Recalco.
Mi padre suspira y aparta la mirada incómodo.
—Era amigo de tus hermanos, nada más.
—¿De Yasmina también?
—No lo sé... —Se podía apreciar una pizca de culpa en su tono—. Tu madre y yo les permitíamos juntarse ahí arriba mientras el abuelo se iba a trabajar, a pesar de que esté mal visto que os juntéis, en esos tiempos... entendíamos que tus hermanos tenían derecho a disfrutar de una juventud como la tuvo tu madre.
Tengo entendido que mi padre no tuvo una adolescencia ni una juventud muy buena... Sé que no tenía mucho tiempo para hacer amigos, mi abuelo se encargó de que se centrase en estudiar y trabajar para poder darnos una vida estable, casi fácil, además, las costumbres de su cultura no ayudaban, en cambio mi madre si tuvo tiempo de disfrutar y socializar, ella es española, y no tuvo muchas restricciones en su adolescencia con respecto a la cultura. Por eso mi padre nunca nos ha obligado a hacer nada que no queramos, nos deja disfrutar de lo que nos gusta dentro de los límites de nuestras creencias.
Puedo notar la tensión de mi padre al hablar de este chico así que decido dejarle tranquilo, le pregunto donde puedo encontrar a Fátima y subo a la azotea, donde se encuentra tomando el sol. La verdad es que me siento bastante afortunada de tener esta cultura, tenemos casas preciosas, mi abuelo se esforzó mucho para construir esta con sus propias manos para toda la familia, cada planta le pertenece a uno de sus hijos, la azotea es de uso común, al igual que la planta baja en la que viven mis abuelos.
Al salir, veo a mi prima y sonrío divertida.
—Uy... huele un poco a quemado, una morita se está chamuscando.

ESTÁS LEYENDO
Ruina {Khaled}
FanfictionAmira vuelve a Tanger después de irse a España desde que era una niña trás la sospechosa muerte de sus hermanos mayores, Yasmina y Amin. Khaled es el mejor amigo de su otro hermano Halim, pero tanto su padre como su abuelo no le aceptan. Amira empi...