𝑰𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒐 || 𝙲𝚑𝚒𝚘𝚛𝚒 𝚡 𝙰𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛 ♡⃝

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Otra vez.

Ese mismo aroma abrumador llenó el aire, espeso y embriagador, haciendo que el pulso de Aether se acelerara. No se había sentido así en mucho tiempo, no desde la última vez que tuvo que luchar contra los impulsos primarios de marcarla. Pero esta vez era diferente. Esta vez, el aroma era más atractivo.

Por que era de ella.

Chiori, la delicada "Omega", estaba parada no muy lejos, de espaldas, mientras hurgaba entre sus cosas de costura. Su habitual actitud tranquila se había visto alterada hoy, algo inquieto titilaba en sus movimientos mientras recogía rápidamente los hilos. Su aroma se aferraba al aire como una ola, suave pero irresistible, atrayéndolo a acercarse.

Aether intentó controlarse, agarrándose al borde de la parded que tenía a su lado, tratando de calmar la tormenta que se desataba en su interior. Siempre había sido bueno para mantener sus instintos bajo control, nunca había sido del tipo que dejaba que sus tendencias tomaran el control. Pero en el momento en que el aroma de Chiori lo golpeó una vez mas, fue como si todo su control se le escapara de entre los dedos como arena.

Chiori, ajena a la mirada de Aether, tenía prisa. No se había dado cuenta de que su atacante se acercaba; pensó que tenía más tiempo. Pero ahora, cuando sintió que el calor familiar se extendía por su cuerpo, supo que tenía que irse antes de que ese alguien, especialmente Aether, lo notara. Siempre lo había admirado desde la distancia, respetado su fuerza y ​​liderazgo, pero sabía lo peligroso que podía ser para una chica como ella ser sorprendida en presencia de Aether cuando su celo estaba tan cerca.

Sus manos temblaron mientras intentaba apresurarse, pero antes de poder escapar, lo sintió.

Aether se había movido sin pensar, su cuerpo impulsado por instintos más antiguos que la razón. En un instante, él estaba detrás de ella, su aliento caliente contra su nuca. Chiori se quedó paralizada, su corazón se aceleró al sentir su presencia. Su mente le gritaba que se moviera, que corriera, pero su cuerpo la traicionó, derritiéndose bajo el poder de su aroma y el peso de su mirada.

La mano de Aether encontró su cintura, acercándola hacia él, y ella jadeó, con la respiración agitada por el contacto repentino. Él podía sentirla temblar, y eso solo despertó algo más profundo en su interior, algo deliciosamente posesivo. Su mano libre se movió para apartarle el cabello, exponiendo la delicada curva de su cuello.

"Tengo que irme..." susurró Chiori débilmente, pero las palabras apenas eran audibles por encima de los fuertes latidos de su corazón.

Aether no respondió. La agarró con más fuerza mientras bajaba la cabeza y sus labios rozaban su cremosa piel. Sus instintos habían tomado el control por completo y el único pensamiento que pasaba por su mente era la necesidad de reclamarla, hacerla suya y solo suya. La posesividad lo carcomía, llenándolo de celos ante la mera idea de que alguien más estuviera cerca de ella, tocándola o incluso respirando su aroma.

Sin decir palabra, los dientes de Aether rozaron el punto sensible de su cuello, provocando un escalofrío en la columna de Chiori. Y luego, antes de que ella pudiera protestar o reaccionar, él la mordió.

Un jadeo agudo escapó de los labios de Chiori cuando la sensación inundó sus sentidos. El dolor, mezclado con una abrumadora ola de calor y placer, la invadió. La marca ardía, una reivindicación tan antigua como el vínculo entre Alfas y Omegas de la famosa novela de Yae Miko. Su cuerpo, a pesar de las protestas de su mente, respondió con entusiasmo a la mordida, sus rodillas se debilitaron mientras se hundía contra él.

Aether se apartó, con los ojos oscuros y nublados por el deseo. La marca en su cuello se destacaba: roja, cruda e inconfundible. Ella era suya ahora, unida a él por las fuerzas primarias que gobernaban a su especie. Y el pensamiento lo llenó de una extraña satisfacción, sabiendo que nadie más podría tocarla, nadie más podría poseerla como él

Pero a medida que la adrenalina se desvanecía, la realidad comenzó a imponerse. Chiori estaba allí, todavía apretada contra él, respirando entrecortadamente. Estaba asustada, confundida y, peor aún, era vulnerable.

La posesividad de Aether volvió a estallar, pero esta vez estaba atenuada por algo más: culpa. No había tenido intención de morderla, al menos no de esta manera. Pero ahora que lo había hecho, no había vuelta atrás.

Chiori se giró para mirarlo, sus ojos abiertos llenos de una mezcla de emociones: miedo, confusión y algo más. Algo que reflejaba lo que sentía Aether. Sus labios se separaron como si quisiera decir algo, pero las palabras murieron en su garganta. En cambio, se inclinó hacia él, como si buscara instintivamente consuelo en la misma persona que acababa de marcarla.

Aether la rodeó con sus brazos, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Ahora la protegería, con más fiereza que nunca. Ella era suya, y cualquiera que se atreviera a interponerse entre ellos se enfrentaría a su ira. Los celos que siempre habían estado latentes bajo la superficie comenzaron a hervir, sus pensamientos se oscurecieron ante la idea de que alguien mas siquiera mirara en su dirección.

Mientras Chiori se acurrucaba contra él, con el cuerpo temblando por las secuelas de la mordedura, Aether sintió que su determinación se endurecía. La mantendría a salvo, pero también la mantendría cerca, más cerca que nunca. Su naturaleza posesiva no le permitiría otra cosa.

A partir de ese momento, Chiori fue suya y nadie más se acercaría a ella.

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𝑰𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒐 || 𝙲𝚑𝚒𝚘𝚛𝚒 𝚡 𝙰𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛 ♡⃝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora