🎀🌷
🎀🌷
Minho estaba sentado en la cama, rodeado por papeles y su portátil, con el ceño ligeramente fruncido mientras revisaba algunos informes. Había decidido trabajar desde casa las últimas semanas, convencido de que así podría estar allí para Felix en cualquier momento que lo necesitara. Y aunque todo había estado en calma y casi rutinario, Minho no bajaba la guardia ni un segundo.
Desde el baño, Felix estaba secándose el cabello con una toalla, tarareando una canción que había escuchado en la radio esa mañana. Se veía relajado, tranquilo, como si su barriga de casi nueve meses no fuera un indicio de que, en cualquier momento, su vida cambiaría por completo.
Y entonces, ocurrió.
Un sonido fuerte y húmedo resonó desde el baño, seguido de un "¡Oh, mierda!" por parte de Felix. Minho levantó la mirada de su pantalla en un instante, con el corazón dándole un vuelco en el pecho.
—¿Qué pasó? ¿Estás bien? —preguntó, ya levantándose de la cama y caminando apresuradamente hacia el baño.
—Creo que… rompí bolsa —respondió Felix con un tono entre divertido y nervioso, observando el charco de agua a sus pies.
Minho se quedó congelado por un segundo, su cerebro procesando lentamente la información, y luego entró en pánico total.
—¡Oh, Dios! ¡Dios, está pasando! ¡Es ahora! —empezó a gritar mientras corría de un lado a otro del dormitorio como si no supiera por dónde empezar—. ¡Tenemos que ir al hospital! ¡Tenemos que… las llaves! ¿Dónde dejé las llaves? ¡La maleta! ¿Ya empacaste la maleta? ¡No, espera, ya la había empacado! ¡Oh, mierda, las toallas! ¡Necesitamos toallas!
—Minho… —Felix intentó calmarlo, pero una contracción fuerte lo hizo doblarse por la mitad, apretando los dientes para no gritar—. Cariño, cálmate. Solo necesito que… que respires, ¿sí?
—¡¿Que respire?! ¡Tú eres el que debería estar respirando! —replicó Minho, ya con los ojos bien abiertos mientras agarraba la maleta con una mano y una toalla con la otra—. Oh, Dios, Felix, ¿estás bien? ¿Estás bien? ¿Está todo bien?
—¡Sí, estoy bien! —jadeó Felix—. Solo… solo necesitamos ir al hospital antes de que nazca en este baño.
Minho no esperó un segundo más y, con toda la torpeza que la desesperación podía otorgarle, ayudó a Felix a moverse. Lo envolvió con la toalla, tomó la maleta y salió casi corriendo del apartamento, murmurando un incesante "oh dios, oh dios, oh dios" mientras ayudaba a Felix a bajar por las escaleras.
.
Cuando llegaron al hospital, Minho insistió en quedarse con Felix. No había manera de que lo dejaran afuera, y el personal, quizás por compasión o por pura exasperación, lo permitió. Lo dejaron acompañarlo hasta la sala de partos, donde los preparativos comenzaban mientras Felix respiraba hondo, entre contracciones que ya se hacían más frecuentes.
ESTÁS LEYENDO
Manual De Instrucciones Para Ser Padre | minlix (m-preg)
FanfictionNadie dijo que ser padres sería fácil, pero todo sería menos complicado si el bebé llegara con un manual de instrucciones incluído. O bueno, eso cree Minho.