OTP Challenge, Nagi x Reo. Omegaverse.

Masturbación al Activo

Capitulo 5

Después de una extensa semana llena de agotamiento y diversión entre compañeros, por fin habían conseguido descansar a gusto, ya que su sueño de tener su deseada cama se cumplió. Su alegría se compartía entre los integrantes del equipo, a excepción de Nagi, quien se encontraba disgustado porque solo Reo había conseguido una cama y él dormía en el futón.

—Nagi, prometo conseguirte una cama también—. Reo, al notar la molestia del Alfa, les pidió a sus compañeros Betas salir para poder tener una charla "tranquila" con él.

—Reo, no quiero una jodida cama... ¿Por qué no compartes mejor conmigo?— El tono coqueto no pasó desapercibido por el Omega, quien esbozó una sonrisa llena de alegría al sentirse finalmente aceptado por el Alfa.

—Déjame dormir contigo, aún que no tenga nada para darte—. El Alfa lo tenía donde quería; todo estaba saliendo según su plan.

—Alfa... estoy tan satisfecho de que duermas conmigo—. Reo tocó sus mechones con la finalidad de un coqueteo discreto, junto a la intención de ocultar sus nervios, no quería hacer pensar a Nagi que estaba urgido por estar cerca de él.

—En ese caso, puedes acostarte ahora mismo—. Su sonrojo se esparció por toda su cara, aún tímido por lo que quería iniciar con su "amigo".

—¿No crees que los Betas vendrán en cualquier momento?— Preguntó irónico, mientras fingía preocupación.

—Nagi, si te apresuras, no lo notarán—. Sonrió cómplice, pues sus intensos coqueteos y el aumento de feromonas les hicieron entrar en calor.

El chico de cabello blanquecino no espero más, su juego de preocupación se había terminado, ahora solo le obedeceria a todo lo que Reo le permitiera devorar en sus desbocados y lascivos deseos carnales. La ropa fue desapareciendo de poco a poco, iniciando con la pérdida de sus camisas hasta llegar a los pantalones, que les impedía el toqueteo de ambos jóvenes, que desbordaba su lujuria con el desquite del cuerpo ajeno.

Nagi en su desespero saco de un tirón el bóxer que le impedía el contacto de la zona íntima del omega, que ya se encontraba desprendiendo algunas gótitas de presemen y su esencia natural, que se desbordaba dentro su pequeño agujero que hurgia por ser atendido por ese Alfa frente a el. Era una verdadera satisfacción sentir como el alfa, que tanto estimaba le estuviera insinuando su tan desesperado deseó, el impulsó del apurado omega, tumbo sin piedad a el Alfa, posicionándo su rostro entre las piernas del Nagi, posando su rostro entre el miembro ya erecto de su animado amigo.

Sus ronroneos se escucharon armoniosos y gustosos, mientras se restregaba en la tela que mantenía escondido a la enorme longitud del alfa, con descaro bajo el bóxer, sus ojos brillaron con ánimo al estar cara a cara con lo que tanto anelaba.

Un suspiro salió con anelo, admiraba y miraba como su Alfa solo esperaba atento por su omega, quien no se movía, pues estaba embobado.

—¿Qué esperas?—. El tono burlón sacó de su fantasía a Reo quien sólo sonrió y para joder a su Alfa, tomó su miembro con fuerzas y sin tener delicadeza paso sus dientes entre la cabeza rosada del miembro que parecía explotar y agrandar por la sangre que cada ves se acumulaba.

Un gruñido salió de su garganta con satisfacción, pues apesar de la burdesa y inexperta boca del omega, tomaba casi por completo su miembro, mientras lo que no podía tomar lo tomaba entre sus manos, las secciones lo llevaban fuera de ese mundo y lo mantenían con caras extrañas por el placer, el Omega se amarro el cabello para mejorar más sus movimientos y no succionar su azabache cabello morado.

—Reo... creo que estoy muy serca—. Los jadeos y gruñidos aumentaban entre el ritmo de las entocadas, en un desespero por aumentar la velocidad, tomó la pequeña coleta del omega y empezó a empujarlo más al fondo, apunto de atragantar a Reo, quien sólo lagrimieba por el placer.

Una fuerte entocada fue ofrecida a la cavidad bucal de Mikage, la descarga de semen se acumulo entres sus mejillas y al no poder comer toda la esencia, sólo tomó lo que podía, lo que no podia pasar por su garganta, salía escurriendo de su boca.

—Eres pésimo en ésto—. Se burlo el alfa, sus ojos se mantenían sobre el rostro del omega que se mantenía quieto, se le notaba que no le gustaba comer la semilla de Seishiro, pero no sé quejaba, pues con tal de que el lo amara o le demostrará un poco más de cariño, podía soportar lo que fuera.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
🐍