El día siguiente llegó y con él los mismo pensamiento insanos con el que se supone que es mi mayor y profesor.
No debería tener estos pensamiento, es algo maniático. Tengo que ir a que me revisen.
Kendry hoy no asistió a clases, entonces me senté en una banca mirando a un lugar donde nadie va, es como un túnel, aquel que a simple vista parece estar completamente en negro, pero sólo es la sombra de la entrada.
En el fondo pude ver a alguien obsevandome, su mirada era fija y algo fría, pero no me inculca temor. Por alguna razón puedo sentir su aura pesada sobre mi.
Ladeo su cabeza y cruzó sus brazos, duró unos segundos en esa posición y luego lanzó un beso con su mano hacia mí, para luego irse.
Me quedé pensado en eso el resto de la clase hasta que el profesor Elliott entró. - Muy bien clase, dígame lo que se asignó para esta clase.
Comencé a hojear mi cuaderno en busca de la tarea que había realizado el día anterior.
Aquel hombre de tes blanca me observaba con aquellos ojos claros desde su asiento. No lo vi directamente pero sentía su mirada en mi.
La clase comenzó con normalidad, entre charlas, anécdotas, interrupción, correcciones y unos cuantos regaños.
Entonces recordé aquella mirada y sin intención miré al profesor, el cual también me estaba mirando fijamente, sonrió con triunfo. Me sentí confundía, porque al verlo me recuerda a la persona del túnel.
Desvío la mirada busco un punto fijo al cual mirar para no seguir haciendo contacto visual con él.
Mi mente empezó a revolverse mientras evitaba su mirada. No podía evitar pensar en el túnel, en ese beso lanzado al aire, y la conexión extraña que sentía con ambos: el hombre en las sombras y el profesor Elliott. ¿Por qué me parecía que había algo oculto entre ellos? No era lógico, pero mi mente autista se aferraba a patrones y conexiones donde otros verían casualidades.
A medida que la clase avanzaba, los murmullos de mis compañeros se mezclaban con mis pensamientos. Las palabras del profesor flotaban en el aire, pero no lograban penetrar la barrera que mis pensamientos habían construido. Mis manos temblaban sobre el cuaderno, fingiendo escribir algo que ya había olvidado.
De repente, su voz se dirigió a mí directamente.
- Lilith, ¿tienes la respuesta?
Me congelé. No estaba preparada para hablar, y mucho menos para responder algo coherente. Sentí los ojos de todos sobre mí, pero los únicos que pesaban eran los suyos. Levanté la vista lentamente y, como esperaba, su sonrisa seguía ahí, esa mueca entre victoriosa y perturbadora.
-No... no la tengo -logré susurrar.
-No importa -respondió él, con esa voz tan calculadamente suave-. Puedes quedarte después de clase para discutirlo.
Un frío recorrió mi espalda. No quería quedarme a solas con él. Sabía que debería decir que no, inventar una excusa, pero mi cuerpo no me obedecía. Las palabras se quedaban atrapadas en mi garganta. Asentí sin pensarlo.
El resto de la clase pasó en un torbellino. Mis pensamientos giraban en torno a esa sensación pesada que sentía al estar cerca de él, y también al misterioso hombre del túnel. ¿Eran la misma persona? ¿O mi mente estaba construyendo conexiones donde no las había?
El sonido de la campana que indicaba el final de la clase resonó en el aula, pero para mí todo se sentía casi etéreo, como si el tiempo se ralentizara. Mientras mis compañeros recogían sus cosas y murmuraban entre ellos, yo me quedé quieta, observando a Elliott. Movía algunos papeles en su escritorio con una calma ensayada, como si estuviera esperando este momento. La puerta se cerró suavemente detrás del último estudiante, dejándonos a solas.
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Sonneries
Romance¿Todo es por amor, cierto? ¿Por nosotros, no es así?. ¿Algo como esto puede llamarse amor?, no puede llamarse amor algo tan loco. Acompañame a sumergirnos en la historia de Lilith y Elliott. Lilith, una chica de color con autismo leve y familia de...