Capitulo 1

6 0 0
                                    

Mi cabeza retumbaba de emociones inquietantes al tratar de comprender lo que había del otro lado de aquel marco de madera, una habitación a oscuras con un ambiente lúgubre y siniestro, trate de entrar pero habían forzado la puerta con algún mueble, empuje lo mas que pude y logre entrar con dificultad, habían vidrios rotos y pequeñas cosas en el camino pero no me impedía caminar con cierta libertad en ese salón desolado.

Busque una vela, la coloque en una lampara de queroseno y con un pequeño fosforo se fue prendiendo e iluminando el lugar, era una habitación amplia adornada llena de muebles elegantemente que en un principio fueron así, ahora estaban manchados con salpicaduras de sangre por doquier, en los manteles, las sillas hasta en uno los candelabros del techo.

Con cada paso que daba y avanzaba la situación fue empeorando, iba encontrando cosas rotas por el camino y muebles echo pedazos pero lo más impactante fue encontrar los cuerpos de mis padres sentados uno al lado del otro con la espalda contra la pared del fondo con miradas perdidas y sin vida, con varias lagrimas secas por sus mejillas y sangre seca en su cabeza, estaban llenos de heridas y hematomas en especial en sus brazos y cuello.

En este momento me encontraba declarando en la comisaria central de la ciudad de Londres, estaba sentado en la sala de interrogatorio junto a los sorprendidos ojos del oficial que me hacia las preguntas.

-Wow, no me esperaba un análisis así de profundo echo por un niño. -Dice atónito

-Miro al hombre con frialdad -¿Que puedo decir?, me gusta analizar las cosas -Sonrio orgulloso

-Ignorando el comentario el oficial continua -Y dime, hay algo más que hayas notado?

-Yo creo que no fue un asalto común y corriente, transcurrió mientras que yo estaba ausente aprovecharon la oportunidad y tomaron lo más valioso y huyeron del lugar, pero en lo que no se dieron cuenta fue en un rastro de pintura azul, seguramente la lata de pintura se cayo en la pelea cuando mis padres forcejeaban para liberarse de las ataduras, porque no solo tenían heridas si no también marcas de ataduras en sus brazos.

-La verdad, no entiendo como un niño como tu puede estar así de emocionado en una situación como esta.

-No lo se, pero me gusta leer libros de misterio -Me rasco la cabeza.

-Bueno.. -Se levanta de su asiento -Entonces agradezco tu cooperación por haber dicho lo que viste con tanta, ah...emoción? -Pone la mano en su frente y masajearla un poco

-Entiendo que sea mucho para procesar pero-- -Me interrumpe

-Suspira -Ahora nosotros nos encargaremos del resto.

-Entiendo, pero no puedo ayudarlos en algo más? Por favor...

Lo miro con ansias de seguir la conversación y poder hablar más sobre lo que que sucedió pero trato de recordar, me agarro la cabeza desesperado por recordar más y no desviar su atención pero no lo logro, mi mente está agotada, y roga por una siesta de varias horas.

-Nosotros nos encargaremos de todo, tu no te preocupes -Se levanta de su asiento y se dirige a la puerta para abrirla quedarse en el marco de esta esperando alguna reacción mía -Vamos, ya vete a casa.

-Pero, pero... -Me levanto sin ganas de escuchar a nadie, quiero estar solo!

-Vamos Ciel, déjalo en paz, ya fue suficiente. -Escucho a duras penas la voz de Madame Red levantárse del asiento y camina hacia mi -Lo siento oficial, a veces es un poco intenso.. -Menciona con vergüenza al ver la reciente situación

-No se preocupe, con lo de hoy es bastante, en la próximas 48 horas esperamos tener resultados de la búsqueda.

-Muchas gracias -Nos despedimos y salimos de la comisaría

Mientras camino al carruaje que nos estaba esperando desde hace ya un rato (el pobre chofer se estaba durmiendo del aburrimiento) observo con enfado a mi tía, suelto su mano y subo al vehículo para ir a la casa en la que me quedaré por un tiempo. Luego sube ella y se sienta al lado de mi, da pequeños golpes al techo en señal de que ya podemos irnos, lo que desperto al hombre y por fin nos ponemos en marcha. En el camino trato de guardar silencio pero no fue posible porque mi tía seguía exigiéndome que le de una explicación.

-Hay algo que quieras decir Ciel? -Me mira con preocupación y toma mi mano con suavidad

-No es nada, ya dejame en paz! -Digo exaltado -¿Por qué me acompañaste en primer lugar? -Quito su mano que estaba encima de la mía -Quiero estar solo, ¿no lo entiendes? ¡No soy un niño pequeño al que tengas que estar cuidando! -Mi enfado subió al siguiente nivel, no me di cuenta de que ya varias lagrimas corrían por mis mejillas de a poco estas se tornan rojizas y la voz se me quiebra en el proceso.

La mujer se me queda viendo sorprendida por mi respuesta abrupta y mi estado de ánimo el cual no había visto nunca.

-¡No quiero tu apoyo, no quiero tu compasión, Déjame solo!

Siento un calor intenso que sube por la parte inferior de mi espalda lentamente recorre mi columna y se extiende por mis brazos. Me siento ahogado o al menos en el proceso, con ganas de seguir llorando pero se que no es el momento ni el lugar, trato de calmarme y cierro los ojos e imagino que no hay nadie a mi alrededor, respiro hondo secándome rápidamente las lagrimas en silencio como si nada de eso hubiera pasado.

-Entiendo que estes molesto pero, debo acompañarte aunque no te guste, ¿Qué hubiera pasado si te sucede algo de nuevo? Debes tener cuidado con lo que haces o dices si no, eso puede perjudicarte y lo sabes bien.

Me doy cuenta de su angustia sin verla a los ojos reconozco que le duele decir esas palabras y rodeo los ojos sin importancia ignorando su petición.

-Si, si como digas -Respiro hondo de nuevo y frustrado miro hacia afuera buscando algo interesante

Llevamos varios minutos en el camino hasta que llegamos a la casa de mi tia, sin embargo en la entrada había una nota de alguien que estaba buscándola y ella con la excusa de que era un posible cliente me dejo solo en la casa.

-Es posible que llegue tarde Ciel, si necesitas algo pidele ayuda a los sirvientes, de acuerdo? -Me mira sonriendo mientras se sube al carruaje

Yo solo asentí con la cabeza y entre, estaba aburrido asique tenía la idea de jugar ajedrez como lo hacía con mi abuelo, pero el estaba en un hospital recuperándoce.

Subí las escaleras y al entrar a mi habitación que estaba con decoraciones de Madame Red asique realmente no era mi habitación si no que era temporal, me quito los zapatos y el saco dejándolo sobre la cama. No quería pensar en nada más asique unos minutos después me quedo dormido abrazando una de las almohadas.

_____《》_____

Hola a todos, esta es mi primer historia y espero que les allá gustado el primer capítulo, si quieren que suceda algo en particular pueden comentar abajo. Su apoyo me ayudaria mucho, gracias. ^^

Te mereces una siesta - Kuroshitsuji (Black Butler) Ciel & SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora