Capítulo Único

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*sin editar
» Checo omega
» Oscar alfa
En este universo, los omegas tienen genitales femeninos, nomnom

Dedicado a:
lylisama




Dignidad y vergüenza son cosas que Oscar nunca ha tenido. Algunas personas en su familia le dirían que es una vergüenza para los alfas y la sociedad entera lo miraría mal, porque un alfa tiene que ser imponente, nunca sucumbir, nunca mostrar debilidad, nunca rogar. Su madre siempre le enseñó a ser amable por encima de todo, la razón por la que no se convirtió en uno de esos alfas que piensan que el mundo está hecho para ellos, pero incluso sin eso, Oscar siempre supo que era diferente.

— Por favor... — porque Oscar sí rogaba.

Su voz salió temblorosa, bañada con la desesperación que invadía todo su ser. Sus rodillas dolían, apoyado sobre ellas sobre el duro piso, la alfombra haciendo poco para amortiguar la presión. Sus brazos se aferraban a las piernas de aquel omega como si fuera a perder la vida si lo soltaba, su mentón pegado al estómago del omega mientras le miraba a través de sus pestañas húmedas con lágrimas.

El mechón rebelde que se atravesaba en su rostro fue retirado con suavidad, manos firmes pero suaves peinaron su cabello como si acariciaran a un perro. Sergio mantenía en su rostro una sonrisa que en cualquier otro contexto Oscar habría descrito como dulce, pero ahora solo podía verla como una tortura. Se estaba burlando de él, el omega amaba verlo tan necesitado, tan patético, tan dispuesto de olvidar su dignidad completamente, ver como no dudaba un solo segundo en rogar, suplicar, humillarse lo que fuera necesario si significaba tener a Checo.

Checo no era ajeno a este lado de Oscar, llevaban poco más de un año con lo que sea que es su relación, si siquiera podía ser considerada una. Nunca lo hablaron, probablemente deberían, pero es lo que pasa cuando algo surge tan esporádicamente. Sin embargo, hoy era diferente, porque Oscar acababa de ganar en Bakú, hace tres días, y Checo tenía una promesa que cumplirle.

Porque la realidad es que nunca habían tenido sexo tal cual. La mayoría de sus encuentros eran Checo llevándolo al climax con sus manos o su boca, rara vez el omega lo dejaba tocarlo más allá de sostener su cabello o su cintura, y cada que Oscar lloriquea por una razón, siempre recibe la misma respuesta: "Todavía no sabes controlar tu aroma, no necesito rumores por apestar a ti." Oscar se hubiera sentido herido si no fuera porque Checo tenía razón, lo descubrieron a la mala cuando un sábado de clasificación, Max saludó a Checo con un "dile a tu alfa que se calme un poco". Situación incómoda, el omega tuvo que inventarse una excusa en el momento que, a su parecer fue creíble, pero Max era más astuto de lo que mucha gente pensaba. Aún así, el neerlandés le tuvo piedad y dejó el tema morir. Desde entonces Oscar no tiene permitido poner sus manos sobre Checo.

Pero al iniciar la temporada, habían tenido una conversación, juegos y coqueteos trajeron consigo la promesa de que Checo dejaría que el alfa lo cojiera si ganaba una carrera. Cuando ganó en Hungría, Checo se negó. "Es por tu bien, bonito," le dijo entonces, "necesitas dejar que esa costilla sane." A ojos de Oscar era ridículo, había corrido la carrera con la costilla rota, podía hacer esto, pero nada cambió la decisión del mexicano, y el alfa no tuvo otra opción que aceptarlo.

Cuando Azerbaiyán terminó, Checo voló a Singapur tan pronto como pudo, queriendo escapar de la amargura que le trajo esa carrera.

Y ahora estaban aquí, las noches en Singapur también eran calurosas, a pesar el sistema acondicionador del hotel, Oscar sentía que se quemaba por dentro, pero eso no tenía nada que ver con el clima. Ha estado esperando demasiado este momento, si Checo volvía a negarselo probablemente moriría.

Tortura | 1181 OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora