Capítulo 9

982 155 2
                                    

Narra Taehyung:
Llegando el fin de semana, los señores Min dijeron que llevarían a los niños con sus abuelos paternos (de Yoongi) a una casa de campo, mientras yo pasaría el fin de semana con Hoseok, que últimamente se enojaba cada vez que veía al señor Jeon cerca de mí.

Es jueves por la noche y ellos se van en unas horas, estaba empacando algunas cosas en la mochila cuando alguien tocó a la puerta de mi habitación.

— Adelante. —dije sin mirar a la puerta verificando que no se me olvide echar nada.

— ¿Taehyung,​ me puedes ayudar con mi maleta? —miré a Soobin y sonreí.

— Claro que sí cariño. —dejé mi mochila sobre mi cama y salí de mi habitación con él. Fuimos a su habitación, su maleta estaba llena de peluches, sonreí de ternura— Soobin, no puedes llevar solo a tus peluches, también debes llevar algo de ropa.

— Pero es que sin ellos me dan pesadillas, por eso tengo que llevarlos. —suspiré.

— ¿Te digo un secreto para ya no tener más pesadillas? —Soobin asintió— Cuando anochezca, mira por la ventana a la estrella más brillante que encuentres en el cielo y pídele que no tengas pesadillas nunca más, ella te concederá ese deseo.

— Pero... ¿Y si no me lo concede? Papi Jimin siempre dice que los deseos no siempre se cumplen. —asentí.

— Algunos deseos no llegan a cumplirse, pero te aseguro que las estrellas te concederán ese deseo por un tiempo, al menos después tendrás que ser muy valiente para poder enfrentarte a tus pesadillas. —él sonrió.

— Lo intentaré. —sacamos los peluches de su maleta, metimos ropa, zapatos y todo lo que seguramente ocuparía. Sólo le deje llevarse un peluche. Justo terminamos de cerrar la maleta cuando el señor Jimin pasó a decirle a Soobin que ya era hora de irse.

Salimos de la habitación y les acompañé hasta la puerta. Se subieron al coche donde ya estaban todos, solo faltaban ellos. Los niños se despidieron de mí por la ventana agitando sus manos. Los despedí del mismo modo.

Sólo quedábamos el señor Jeon y yo, a Nayeon y Jennie también les habían dado el din de semana libre y ellas se fueron después de preparar la cena.

Camine a la cocina, tenía ganas de comer un poco, así que fui a la cocina a servirme una rebanada de pastel de vainilla y frutos rojos que hice por la mañana para todos.

Estaba comiendo tranquilamente cuando de repente entra el señor Jeon, su presencia me pone nervioso pero en el buen sentido... ¿Pero qué diablos estoy diciendo? Él usó a Lisa y seguramente para enamorarla usó las mismas tacticas que ahora usa conmigo.

— Buenas noches señor Jeon, ¿se le ofrece algo? —dejé mi plato a un lado.

— De ofrecerme algo se me ofrecen muchas cosas Taehyung, peo por ahora solo quiero una rebanada de ese pastel que preparaste por la mañana. —tomé un plato, saque el pastel y le serví. Luego guardé el pastel, saque una cuchara y se la dí.

Rozó mi piel a propósito como siempre hace, pero es una sensación que me encanta y tengo que admitirlo. Él empezó a comerse su pastel en silencio y yo seguí comiendo el mio sin mirarlo. Llevaba su pijama pero los tres primeros botones estaban abiertos.

— Me preces alguien muy interesante Taehyung, cuéntame algo sobre tí.

— La verdad no creo que sea alguien tan interesante, señor Jeon.

— Vamos, sólo estamos tu y yo, llamame Jungkook, y puedes tutearme. —lo pensé y asentí, él claramente sonrió— Anda cuéntame como era tu vida antes de llegar aquí con mi hermano. —él insiste.

— Pues la verdad mi vida era muy deprimente seguramente a comparación de la tuya. A veces no me alcanzaba para pagar las cuentas, por que no hay muchas oportunidades de trabajo para los recién graduados de la universidad y las empresas de contratación argumentan la falta de experiencia, pero siendo sincero, ¿como es que voy a adquirir experiencia si no me dan la oportunidad de trabajar? —me callé al ver que me estaba expresando demasiado, por un momento olvidé con quien estaba hablando. Me solté como si con quien estuviera hablando fuese Hoseok, lo mire avergonzado.

— Vaya, de verdad estoy sorprendido y muy de acuerdo con lo que dices, tal vez no lo creas, pero mi vida tampoco es de color rosa. Si puede que sea millonario y todas esas cosas, pero cuando no tienes a esa persona especial que con solo verlo y oírlo tu vida se alegra, es bastante difícil y más al ver que todos a tu alrededor encuentran a esa persona especial, todos menos tu, claro hasta ahora. —me miró significativamente.

— Creo que ya es hora de que me vaya a dormir. —iba a irme pero él me tomó por la cintura y no me dejó irme.

— Taehyung, tu eres esa persona especial para mi. Mira, se que tal vez tengas una mala impresión de mí por lo que sucedió con Lisa y lo que te haya contado Hoseok, pero solo dejame demostrarte que tu eres esa persona especial para mi, te pido solo una oportunidad para demostrártelo. —me hizo mirarlo a los ojos y vi que sus palabras eran sinceras, además no podía seguí negando que él me atraía, toda mi vida me cerré al amor anhelando este día, el día en el que encontrara a mi persona especial, y es que con solo verlo se me acelera el corazón.

Una oportunidad, solo eso me está pidiendo y yo nunca Le he negado una oportunidad a nadie, bueno, en anteriores propuestas de amor si, pero creo que ya es momento de que me deje llevar.

— Esta bien pero... ¿Que pensara tu hermano y todos de esto?

— Tranquilo, a mi hermano no le molestara, ni a nadie más. —me aseguró.

— Esta bien, pero vayamos despacio por favor, no quiero salir lastimado. —bajé la mirada, pero una vez más me hizo mirarlo.

— Por mi esta bien, haré todo lo que tu me pidas. —estando ahí en sus brazos sentí una protección que jamás había sentido, todo era diferente con él y no sabía por qué.

Lo abraze yo también tomándolo por sorpresa, aún que mis brazos no llegaron a rodear su musculosa espalda.

Yo era bastante más bajo en estatura que él, bastante más delgado pero sentía nuestros cuerpos encajar, sentía que había nacido para él.

Después de un rato seguimos hablando. Le conté cosas que solo Hoseok sabía, por que por extraño que parezca, le tenía confianza. Reíamos y él también me contaba muchas cosas. El tiempo parecía que se había detenido. Cuando el reloj de la casa sonó, supe que eran las 12, así que lave los platos con cuidado.

— Creo que ya es hora de que me vaya a dormir, que descanses Jungkook. —él sonrió ampliamente cuando lo llame por su nombre, ya que era la primera vez en la noche que lo llamaba así. Se acerco a mí y besó mi mejilla, y se quedo ahí más tiempo del necesario.

— Que descanses Taehyung. —sonreí sonrojado y ambos salimos de la cocina. Yo me fui a mi habitación y él seguramente también se fue a la suya. Al llegar a mi habitación suspiré, ahora entiendo de lo que todas las chicas a mi alrededor hablaban de cuando estaban enamoradas.

 El Niñero KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora