LOVE ME TENDER | Dr. Spencer Reid

.・゜゜・xiv. Hasta el fin del mundo

Inspirado en el 4x3

📍 Quántico, Virginia
Actualidad

          Como cada mañana, a las nueve en punto, Spencer entró en la oficina. Llegó a su oficina reprimiendo una sonrisita al recordar su fantástica noche. Se sentó en su escritorio, reorganizando Algunos documentos junto a la computadora, preparado para enfrentar cualquier cosa ese día.

           Derek, sosteniendo una taza de café, se acercó con una sonrisa pícara que solo significaba una cosa: preguntas incómodas. Por un momento, se arrepintió de haberlo llamado la tarde anterior para contarle lo que pasó.

          — ¿Cuántas veces lo hicieron? ¿Dos, tres? —Derek levantó una ceja—. Si son más de cuadro, definitivamente no debiste irte de su lado.

          Spencer carraspeó; ya estaba sonrojado.

          — No es asunto tuyo, Morgan —respondió, aunque la sonrisita delataba su buen humor—. Vine para hacer mi trabajo, no porque realmente quisiera venir. Y no creo que a Hotch le guste que pase la mañana con mi novia.

          — Hablando de tu novia, ¿en dónde la dejaste?

          — Hmm, en un desayuno con sus amigos de la universidad —Spencer sonrió, recordando la despedida de esa mañana—. Está feliz porque puede molestar a sus amigos millonarios diciendo que su novio es un federal. No quisiera tener que salir de la ciudad esta semana; esa historia podría ser interesante.

          Derek soltó una carcajada y le dio una palmada en la espalda.

          — ¡Vaya, niño bonito! Parece que tuviste una noche interesante. ¿Sabes qué es inesperado? ¡Esto! Antes no tenías planes y ahora ni siquiera quieres venir.

          — Supongo que es el efecto de tener novia —se encogió de hombros con una gran sonrisa. No había manera de ocultar su buen humor—. María es increíble.

          Emily atravesó la oficina con una taza de café. Los miró con curiosidad; ver a Spencer sonrojado y a Derek riéndose era señal de una buena historia asegurada y, antes de cualquier cosa, preferiría oír qué tenían qué contar.

         — ¿De qué hablan?

         Derek no perdió la oportunidad de responder con diversión.

          — Nuestro niño genio está enamorado. La novia del niño bonito lo dijo —puso énfasis en esa oración, disfrutando cada segundo—. Fue difícil para él venir al trabajo después de una agradable noche en la playa.

          — Cuando María dijo que iba a secuestrarte, lo dijo en serio —Emily le guiñó el ojo con complicidad—. Parece que tu noche fue más interesante que la mía. Oh, ¿quién lo diría? El doctor Spencer Reid enamorado.

          Spencer se rio, consciente de que sus amigos no lo dejarían en paz. En ese momento, Hotch entró a la oficina con una carpeta en la mano; su expresión, seria y autoritaria como de costumbre, solo aseguraba que tenían un caso.

          — Prentiss y Reid, a mi oficina —dijo con firmeza.

          Intercambiaron una mirada rápida antes de seguir al jefe a la oficina. Hotch cerró la puerta detrás de ellos, caminando hacia su escritorio para abrir la carpeta y señalar la nueva información del caso. Spencer mordió su mejilla interna; fue tonto pensar que pasaría otra noche con María sin que el deber llamara.