Qᵘᵉʳᵉʳ qᵘᵉʳᵉʳⁿᵒˢ

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La habitación es pequeña, iluminada solo por la luz tenue que se filtra a través de las persianas. El aire está cargado de tensiones no dichas y palabras que pesan en el silencio.

Jisung está sentado al borde de la cama, su expresión seria, con el ceño ligeramente fruncido. Mueve los dedos, inquieto, mientras mira el suelo. Sabe que las cosas ya no son como antes, pero sigue aferrado a la idea de que aún pueden salvar lo que tienen.

Minho, apoyado contra la pared, cruza los brazos. Su mirada está fija en Jisung, pero sus ojos parecen perdidos en otro lugar. Hay frustración en su rostro, pero también tristeza. La conversación ha sido la misma una y otra vez, como un disco rayado que no pueden parar.

Minho rompe el silencio.

-A veces siento que nos esforzamos más en pelear que en entendernos...-

Jisung levanta la vista, sus ojos oscuros reflejan la lucha interna. Ambos saben que el amor sigue ahí, pero está enterrado bajo capas de resentimientos no resueltos.

-Es que nos estamos queriendo, pero de una manera que nos está haciendo daño.- Su voz tiembla al decirlo, porque es doloroso admitirlo.

Minho suspira, bajando la cabeza. El orgullo les ha jugado una mala pasada tantas veces, pero el miedo a perderse es más fuerte. Camina hacia Jisung, su rostro suavizándose con una mezcla de vulnerabilidad y cansancio.

-No sé cómo arreglar esto si seguimos así.

Jisung se pone de pie, quedando frente a Minho, tan cerca que ambos sienten la respiración del otro. En el fondo, ambos quieren lo mismo: encontrar la manera de volver a quererse sin el dolor que ha marcado su relación.

-Tal vez el problema es que nunca aprendimos a querernos bien...- Su voz es un susurro, lleno de arrepentimiento.

Minho asiente, sus ojos finalmente encontrando los de Jisung. Es un momento de honestidad cruda, donde ambos entienden que el camino a seguir no será fácil, pero también saben que si no cambian, se perderán.

-Podemos aprender, si aún quieres.

Jisung lo mira, sus ojos brillan con una pequeña esperanza. Da un paso hacia adelante, acercándose más, casi buscando el contacto que tanto necesitan.

-Siempre he querido...

El silencio cae de nuevo entre ellos, pero esta vez no es incómodo. Es el comienzo de algo nuevo, un intento sincero de reconstruir lo que se había roto. Ambos saben que será difícil, pero están dispuestos a intentarlo.

Minho respira profundamente, sintiendo cómo el aire que entra en sus pulmones es más pesado de lo normal

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Minho respira profundamente, sintiendo cómo el aire que entra en sus pulmones es más pesado de lo normal.

El momento se siente crucial. Ha habido tantas veces en las que han estado al borde del abismo, pero algo en esta ocasión es diferente.

Hay una claridad que antes no estaba. Las palabras que han intercambiado esta vez llevan un peso distinto, como si finalmente ambos hubieran dejado caer sus máscaras.

-Entonces... ¿por dónde empezamos?- pregunta con suavidad, casi temeroso de que cualquier palabra pueda romper el frágil hilo que los mantiene conectados en ese momento.

Jisung lo observa por un instante, la tensión en sus hombros comienza a suavizarse. Por primera vez en mucho tiempo, Minho no suena a la defensiva, y eso le da un atisbo de esperanza. Jisung baja la mirada, un tanto abrumado por lo que significa empezar de nuevo, pero sabe que no puede continuar viviendo en el ciclo destructivo en el que han estado atrapados.

-Supongo que... tenemos que aprender a escuchar sin pensar en cómo responder.-Mueve una mano hacia su nuca, frotándose el cuello. Sabe que no será fácil. Ambos son tercos y el orgullo siempre ha sido su mayor enemigo.

Minho asiente lentamente. Hace unos meses, esa frase le habría molestado, lo habría sentido como un ataque, pero ahora comprende. Han estado tan ocupados defendiéndose que nunca se han dado el espacio para realmente comprenderse.

-No puedo prometer que seré perfecto en eso, pero quiero intentarlo. Quiero entenderte, y que me entiendas también.

Jisung sonríe apenas, una sonrisa pequeña, casi imperceptible, pero que está ahí. El cambio empieza con las pequeñas cosas, y esa sonrisa, tan tímida como sincera, es un paso en la dirección correcta.

-No espero que sea perfecto, solo que lo intentemos.- Da un paso más hacia Minho, sintiendo esa familiar conexión física que, a pesar de todo, nunca se ha roto del todo.

Coloca su mano en el brazo de Minho, un gesto sencillo, pero lleno de significado.

-Hemos pasado por demasiado como para rendirnos ahora.-El contacto físico, aunque mínimo, trae consigo una oleada de emociones.

Minho baja la mirada hacia la mano de Jisung en su brazo, sintiendo cómo el calor de su piel es un ancla que lo mantiene en el presente.

Ha habido tantas veces en las que han estado tan cerca de perderse el uno al otro, pero, al final, siempre han regresado a este punto: a esa línea fina entre el amor y el dolor, entre la pelea y la reconciliación.

-No quiero rendirme.-Levanta la mirada, sus ojos fijos en los de Jisung.-No contigo.-

El silencio que sigue está lleno de promesas. No son promesas vacías ni idealizadas, sino promesas reales, llenas de esfuerzo y comprensión. Ambos saben que no será fácil, pero también saben que lo que tienen vale la pena. Vale la pena luchar, no entre ellos, sino juntos, como equipo.

-Entonces empecemos ahora. Sin presiones, solo... siendo nosotros.

Minho asiente de nuevo, esta vez con más seguridad. Tal vez no sabrán exactamente cómo hacerlo, tal vez cometerán errores en el camino, pero lo más importante es que están dispuestos a intentarlo.

Minho se inclina ligeramente hacia adelante, presionando su frente contra la de Jisung, un gesto íntimo que habla más de lo que las palabras pueden expresar.

Jisung cierra los ojos, respirando profundamente, sintiendo ese momento como un reinicio, un nuevo comienzo.

-Vamos a estar bien, Jisung.- murmura, como si estuviera haciendo una declaración para ambos.Y en ese instante, en la quietud de la habitación, parece que por primera vez en mucho tiempo, están realmente en la misma sintonía.

No hay promesas imposibles, no hay expectativas irrealistas. Solo están ellos, dispuestos a quererse mejor.

Holaa, ¿cómo están? Esta es una de las canciones que casi nunca escucho, pero una vez que la oigo, no puedo parar de reproducirla

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Holaa, ¿cómo están? Esta es una de las canciones que casi nunca escucho, pero una vez que la oigo, no puedo parar de reproducirla. De las millones de historias que leí, la mayoría de los conflictos (no todos) se arreglan con una simple promesa y listo. Pero yo quería hacerlo como si realmente pasara en la mayoría de las parejas.

ₘₒᵤₙ ₐₘₒᵤᵣ|minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora