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Era una mañana fría y nublada cuando Félix y Hyunjin caminaban juntos hacia la escuela, sus manos entrelazadas. Aunque a Félix le parecía algo extraño, disfrutaba del momento. Sin embargo, no podía sacudirse la sensación de que alguien los seguía.
—¿Te imaginas si llegamos tarde? —bromeó Hyunjin, sonriendo.
—No creo que eso pase. Siempre llegamos a tiempo, ¿verdad? —respondió Félix, tratando de ignorar la inquietante sensación detrás de él.
A medida que se acercaban a la puerta de la escuela, Félix sintió un escalofrío recorrer su espalda. Pero decidió no darle más importancia y continuó con Hyunjin hasta que se separaron para unirse a sus respectivos grupos de amigos.
La primera hora de clase fue agotadora. La educación física consistía en correr y hacer ejercicios. Félix estaba empapado en sudor cuando Hyunjin se le acercó.
—Oye, te ves... sexy así, sudado —dijo Hyunjin con una sonrisa traviesa.
Félix se sonrojó inmediatamente.
—¿Qué? ¡No digas eso! —exclamó, intentando ocultar su rubor.
Mientras tanto, desde un rincón del gimnasio, Jeongin observaba a la pareja con ojos llenos de rencor. Había guardado un resentimiento hacia Hyunjin por un tiempo y verlos juntos solo avivaba su envidia.
—Mira cómo se miran... —murmuró para sí mismo—. ¿Qué tiene él que yo no?
La jornada escolar transcurrió sin incidentes significativos hasta que llegó la hora de salida. Félix y Hyunjin se encontraron en el pasillo.
—Hasta mañana —dijo Hyunjin, inclinándose para darle un beso de despedida.
Félix sonrió mientras se alejaba, sintiéndose afortunado. Sin embargo, al salir de la escuela y comenzar su camino a casa, la sensación de ser seguido regresó con más fuerza.
—No puede ser... —susurró Félix para sí mismo mientras aceleraba el paso.
A cada instante sentía que alguien estaba detrás de él. Miró por encima del hombro varias veces pero no vio a nadie. Su corazón comenzó a latir más rápido y su mente se llenó de pensamientos aterradores.
—Solo es mi imaginación —se dijo, pero no pudo evitar sentirse cada vez más ansioso.
Con cada paso que daba, el sonido de sus propias pisadas parecía resonar más fuerte en sus oídos. Finalmente, comenzó a correr.
—¡Vamos, Félix! Solo es un paseo a casa! —se animó a sí mismo mientras su respiración se volvía más pesada.
De repente, todo se volvió confuso; sus ojos comenzaron a nublarse y se sintió mareado. Se detuvo un momento para recuperar el aliento y trató de calmarse.
—Respira... solo respira... —murmuró mientras apoyaba las manos en sus rodillas.
Fue entonces cuando escuchó un ruido detrás de él. Se dio la vuelta rápidamente y vio una sombra moverse entre los árboles cercanos. Su corazón se detuvo por un segundo.
—¿Quién está ahí? —gritó Félix con voz temblorosa.
Nadie respondió. La sombra desapareció tan rápido como había aparecido. Félix sintió que el pánico comenzaba a apoderarse de él nuevamente. Sin pensarlo dos veces, comenzó a correr hacia casa con todas sus fuerzas.
Mientras corría, recordó las palabras de Hyunjin sobre ser valiente y enfrentar sus miedos. Pero esta vez, el miedo lo superaba; no podía dejar que lo alcanzaran.
Finalmente llegó a su casa y cerró la puerta tras él con un golpe seco. Se apoyó contra ella, tratando de recuperar el aliento mientras su mente corría descontrolada con pensamientos oscuros sobre lo que podría haber pasado si no hubiera corrido tan rápido.
—Solo fue mi imaginación... —se repitió una vez más mientras intentaba calmarse.
Sin embargo, esa noche no pudo dormir bien. Cada pequeño ruido lo sobresaltaba y cada sombra en su habitación parecía cobrar vida propia. A la mañana siguiente decidió hablar con Hyunjin sobre lo sucedido.
En el camino hacia la escuela, Félix buscaba el valor para contarle todo a su novio.
—Hyunjin... tengo que decirte algo —comenzó cuando finalmente lo vio en la entrada del colegio.
Hyunjin lo miró preocupado.
—¿Qué pasa? Te ves pálido.
Félix dudó por un momento antes de continuar:
—Anoche sentí que alguien me seguía... No sé si solo era mi imaginación o si realmente había alguien detrás de mí...
Hyunjin frunció el ceño y tomó la mano de Félix con firmeza.
—No tienes que preocuparte por eso. Estoy aquí contigo —dijo con una voz tranquilizadora—. Si alguien te sigue o te molesta, lo enfrentaremos juntos.
Félix sintió una oleada de alivio al escuchar esas palabras. La conexión entre ellos parecía fortalecerse ante cualquier adversidad que pudieran enfrentar juntos.

...

Capítulo corto jejejje😞

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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sweet demon ||Hyunlix||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora