Los Descarriados

carta I

Kiara se acicalaba después de comer, no le gustaba su pienso; pero siempre estaba a expensas de la comida humana. Kas, su humano, la adoraba. A veces hablaban largo y tendido porque kas podía leer sus pensamientos. Con los gatos es más fácil que con las personas.

Aborrecía la granja de su familia, odiaba el trabajo físico, a ratos odiaba todo. Incluida su familia.

—O trabajas o estudias —. Le decía su padrastro

Su madre jamás discutía con el lo que él padre decía iba a misa y por eso hora estaba quitando el nauseabundo estiércol. Entonces se percató de una pequeña silueta blanca y cuando la quitó de la mierda decidió que podía leerla ya que estaba a su nombre y no se había impregnado de miseria.

Por la presente se le concede una beca para el castillo de estudios en Rostan para seres con diversos dones
Carta número 125
Para su cofirmación firme y selle la carta en su defecto rompala en pedazos y se quemará.

Kas kranfor no tuvo ni que pensarlo firmó la carta para salir del infierno decadente de su vida. Lo que no sabía es que existen cosas peores que el inframundo.

En diez días sería reclutado para la escuela de dones y potenciar sus habilidades para proteger a los humanos de ellos mismos. Sin embargo, Kas no quería protegerlos, siempre habían sido insensibles, juguetes rotos que pagan su irá con él. Ya estaba hecho pedazos de todos modos ¿Que podía haber peor?

Se llevaría a su gato, con apariencia de tigre. Los animales siempre mostraban misericordia y el calor que le faltaba, el cariño de una madre abrazando a su hijo como la cosa más preciada.

—Madre me han dado una beca —. Lo observó boquiabierto.

—Tienes responsabilidades en la granja ¿Quieres que tú padre te mate? No recibirás dinero.

—Es la única oportunidad que tengo para salir de aquí, dejar esta vida de esclavo.

Se marcho hecho una furia, mas una beca no se la daban a cualquiera y ese lugar parecía sacado de un cuento de hadas, uno oscuro.

Recogió los bártulos con lo imprescindible y se aventuro con su tigresa hacia la linde del bosque más cercano.