Piturrin, el pequeño elefante, caminaba de regreso a su casa, después de un largo día lleno de aventuras. Había traficado 1 tonelada de cocaína y huido de la policía al menos tres veces, Piturrin estaba agotado.
Llegó a casa, y vio algunas de sus series favoritas: Lenguan Ashura, The Chikens y Dr.Khaus. Despues jugó a Second Life, su juego favorito.
Al día siguiente, Piturrin se despertó y se dio cuenta de que ya no tenía leche para tomar su colacao por lo que ¡se fue de viaje en busca de leche!
En el camino se topó con uno de sus clientes, un cliente al que le encantaba el precio de la cocaína que traficaba Piturrin, pero...
Extraño: "¡Oye, ladrón! ¡Quiero que me devuelvas mi dinero! ¡Olí semen mezclado con mi polvo! ¡¿Qué hiciste?!" - Gritó el hombre-
Piturrin se sobresaltó por el tono de voz del hombre, que poco después lo empujó a un callejón oscuro y sin salida.
Al ver que el hombre tenía un cuchillo, Piturrin se dio cuenta de que tendría que hacer algo, ya que no tenía a dónde correr. Fue entonces que, a pesar de no querer, Piturrin decidió usar el 1% de su poder, levantando al hombre con una mano y estampandolo contra la pared, que casualmente tenía bombas que se activaban al acercarse, las cuales en ocasiones explotaban.
Piturrin salió del callejón con sus gafitas de sol y se dirigió hacia el mercado, donde logró comprar su leche.
Al salir del mercado, Piturrin se topa con el que sería el segundo desafío de su día: Un cerdo gigante en la calle. Y parecía estar de muy mala leche (:D)
Piturrin entonces decide intentar acabar con el cerdo. Mientras todos los peatones huyen del cerdo, Piturrin corre hacia él.
El cerdo se lanza contra el pequeño elefante, quien, esta vez, no puede esquivarlo y acaba atravesando unas cuantas paredes.
Piturrin se quita el polvo de encima, se levanta y corre hacia el lugar donde estaban, lugar el cual era una zona mas abierta, dejándole más espacio para correr, escapar y distraer al cerdo.
Piturrin toma su pistola de plasma y le dispara al cerdo, un tiro en la cabeza, pero no sirve de nada.
Piturrin: "¡¿Qué?! Le he dado en la cabeza y ese animal no ha muerto?!" -Piturrin piensa, asustado-
El cerdo era más fuerte de lo que imaginaba el pequeño elefante. Piturrin entonces decide intentar encontrar el punto débil del cerdo, mientras huye, mientras distrae al cerdo de los demás civiles y mientras piensa qué hacer.
Piturrin decide ahora apuntar al corazón del cerdo, y tan pronto como dispara, un gran agujero se abre dentro del cerdo. ¡¿Sería la victoria de Piturrin?!
Por supuesto. Al cerdo se le cayeron: Las tripas, el estómago, borbotones de sangre, se le veian colgando algunas venas y nervios por todos lados, la expectativa era que el cerdo cayera, pero no, se convirtió en una aberración aún mayor, como un fantasma, era horrible de ver, una criatura abierta, cubierta en sangre, órganos cayendo, con la cara desfigurada, caminando sobre sus cuatro patas que ahora parecían más bien cuatro patas humanoides de alguna manera.
Esto asustó a Piturrin, era algo completamente diferente para él. Es entonces cuando, como única opción para intentar salir victorioso, el elefante se sube rápidamente al lomo (o en lo que sea que se haya convertido) del "cerdo" y le mete el arma en el ano y lo explota.
Ese era su punto débil. Al presionar el gatillo, estaba el verdadero corazón de la criatura en el ano, que explotó instantáneamente, dejando al piturrín cubierto de sangre.
En ese momento había gente observando a Piturrin y su acto heroico, lo que les hizo pensar que el pequeño elefante era una especie de dios o guerrero fuerte enviado por los cielos, y en cuanto fueron a hablar con Piturrin, este se fue del lugar, ya que le había disgustado el olor que estaba presente.
Llegó a casa con su leche (¡no se le olvidó!), se duchó, se comió su colacao con cereales cornflakes y no salió de casa durante la siguiente semana.
Pasan casi dos semanas, Piturrin decide salir a caminar, ya que se dio cuenta que jugar Second Life todo el día no estaba siendo muy productivo. Al salir de casa, ve una estatua gigante de él mismo en el centro de la ciudad, donde luchó contra la criatura hace semanas.
Piturrín ni siquiera supo reaccionar. Ahora lo trataban como a una entidad divina, lo cual era extraño para él. Piturrin ignoró por completo lo sucedido y regresó a casa, donde comenzó a pedir comida solo para entrega a domicilio, y siguio con su vida normal de jugar Second Life y WoW diariamente.
FIN