Haku Shota lleva una relación de cinco meses y monedas con su bonita y despampanante novia pero su amistad de más de diez años con Kim Jongseob, su descarado amigo gay y una invitación camuflada a la marcha de orgullo LBGTQ+ lo ponen en una inespera...
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Soul tenía un mal presentimiento esa mañana mientras se bañaba y vestía para encontrarse con Seob. Le había mencionado que no se sentía bien y quería salir a desayunar algo aprovechando que era el día libre de Soul. Bueno, nunca era exactamente un día libre, pero Shota podía manejar sus propios horarios.
Ahora, Kim Jongseob era un ser humano de pura luz, siempre animado y sonriente, pero le gustaba deprimirse por la misma nada. Se preguntaba si su nuevo drama era una camiseta que no coincidía con el color de sus zapatos o su gato había comido más de la cuenta y seguía subiendo de peso.
Era bueno tener problemas superficiales, pero en Jongseob era algo diferente cada vez. Soul ya se estaba quedando sin ideas a la hora de consolarlo. Se sentía un pésimo amigo mientras iba a buscar a Jongseob y esperaba a que bajara del apartamento de una vez para luego poder verse con su novia.
Él y Aeri habían finalmente formalizado luego de tres meses de salir sin compromiso, de follar aquí y allá, hasta que él se había animado a pedirle a la pelinegra que fuera su novia hacía dos meses oficialmente ya. Un total de cinco meses juntos. Así que estaba en pleno apogeo en el que quería estar encima de la chica todo el tiempo. ¿Quién podría culparlo? Era hermosa y él estaba fascinado, así que esperaba que el drama de Seob fuera corto para luego dedicarse a ella.
— ¡Estoy listo! — gritaba Jongseob cuando se veían abajo.
Shota lo miraba confundido, no parecía deprimido en absoluto, pero para ser justos, Jongseob era bastante bipolar en ocasiones, no bipolar de una manera seria, sino superficial. Amaba eso de Seob para ser honestos, aunque en ocasiones le parecía el ser más molesto del maldito mundo y luego recordaba que lo adoraba por los mismos motivos que lo detestaba.
— Vamos en mi auto, no quiero caminar — decía Jongseob. — Toma, conduce tú — decía arrojándole la llave de su auto a Soul.
— Creí que iríamos a la cafetería a unas cuadras de aquí, de paso podría revisar el gusto de su café, la gente no está del todo conforme con el nuestro — mencionaba Soul. Él aún no tenía su propio auto, pero tenía su permiso de conducir porque solía usar el auto de Jongseob.
Quién por cierto estaba vestido y maquillado en todo su esplendor dejando muy en claro su sexualidad colorida. Soul no tenía nada en contra de que su mejor amigo fuera gay. Muy gay en ocasiones, pero a veces se sentía cohibido por la confianza del rubio. Ese día llevaba una remera naranja extra larga con la frase "Be a good human" y la remera era genial en sí, pero cuando bajaba la vista, Seob llevaba un shorts de jean azul oscuro que abrazaban sus muslos delgados, pero firmes y musculosos, acentuando ese trasero con el que había sido bendecido y el que también había trabajado. Sus medias blanca tenían las rayas típicas de la bandera Igbtq+ y unas snickers negras con detalles naranjas para hacer juego.
El maquillaje en Seob era algo de lo que hablar también. Máscara de pestañas y delineador en la parte inferior, una sombra color durazno que se le veía genial y gloss en esos labios carnosos que a veces Soul envidiaba. Ahora eso era más o menos sutil, pero las piedras de brillo debajo de sus ojos era un poco mucho para el mediodía.