Capítulo 2: Los frutos de una obsesión

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Hace dieciocho años atrás nacieron unos mellizos en un hospital central del condado en el que vivía la familia; tanto los padres como el hermano mayor estaban muy contentos y entusiasmados por estos dos nuevos integrantes de la familia. Primero nació la niña y un rato después el niño; tras pasar el tiempo necesario, por fin pudo entrar Wayne junto al pequeño Richie de ocho años. La puerta de aquella sala verdosa fue abierta y tras ella estaba Karen con sus dos bebés; eufóricos el progenitor y el primogénito fueron corriendo a verlos; fue un día mágico.

Un momento crucial que sin duda fue precedente en la futura unión es que Richie le dió la mano a la recién nacida Quinn; percibió una enorme conexión con ella; realmente quería protegerla y cuidarla. Con Ethan fue su madre quien más conexión tuvo con él, ya que le costó mucho salir en el parto y por poco no sobrevivió. Wayne cayó en lágrimas al ver la familia que consiguió con tanto esfuerzo y sacrificio.

Tras pasar los años y los críos ir creciendo, todo se fue asentando, como cualquier familia... Wayne casi siempre estaba trabajando y yendo de un lugar a otro por su oficio. Richie empezó a desarrollar un gusto por las películas de terror y en especial Stab. Quinn era una chica muy popular en el colegio e instituto, a su vez muy estudiosa, y tenía una relación muy profunda con Richie. Finalmente, Ethan era el más inestable en su vida respecto a la familia porque era una víctima de acoso en el instituto debido a su forma de ser tan tímida, ya que incluso le ocasionaba problemas con las chicas por las que se sentía atraído. Lamentablemente, se encontraba muy solo, excepto por su madre y a veces su padre (le amaba mucho, pero él no lo veía mutuamente). Su relación con sus hermanos era muy buena, pero no tan intensa.

El patriarca, queriendo ganar más confianza y amor de su primer hijo, le ayudó con todo tipo de cosas relacionadas con Stab, desde cámaras con las que Richie grabaría "fan films" hasta mover algunos hilos y conseguir pruebas policiales de los eventos pasados ocurridos bajo las masacres "ghostface". Tenía grandes debates por el ciberespacio con otros fans sobre el rumbo que deseaba para la franquicia; sus gustos por unas películas sobre asesinos eran el centro de su vida y lo que más feliz le hacía en el mundo.

Llegó el año 2021 y se estrenaría la tan esperada película "Stab 8", las expectativas estaban por las nubes sobre todo para los mayores fans si bien es cierto que el trailer dejaba bastantes dudas la esperanza por una buena película era real. Richard fue con sus amigos al cine más próximo, estaban disfrazados de ghostface pero versión Stab es decir, llevaban la máscara verde. Estaba a reventar de personas el cine, era un evento importante hasta que llegaron los créditos y la película terminó... La decepción y enojo que provocó esa "basura cinematográfica" (según sus propias palabras) no tenía precedentes con cualquier fanatico de un producto. Él percibía que lo único que anhelaban las productoras era reírse de los fans y sacarles el dinero.

Richie, visiblemente molesto, conduce de regreso mientras sus amigos están en el coche. El ambiente es bastante tenso después de salir del cine.

Luke (el copiloto) les comenta a todos mientras se ríe nervioso:

"Bueno, no fue tan mala, ¿verdad? O sea, Stab 8 intentó hacer algo diferente, al menos..."

Richie interrumpiendo, furioso y sin dar crédito a lo que escucha:

"¿¡Diferente!? ¡Era un insulto! ¡Una broma de mal gusto! ¡Esa no es la saga que amamos, ni siquiera se acerca!"

Evan (el amigo situado en el asiento trasero) tratando de calmar las cosas comenta:

"Richie, tranquilo, al final del día... es solo una película."

Richie explota y procede a golpear el volante:

The Kirsch family: una historia de colapsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora