Capítulo 1: La pérdida

23 5 0
                                    

Tras una serie de macabros asesinatos bajo el alias/disfraz de "Ghostface" ocurridos en 2022, la mente maestra de estos crímenes Richie Kirsch fue asesinado (junto a su cómplice Amber Freeman, una estudiante de 17 años) mediante veintidós puñaladas, un corte de cuello y finalmente varios disparos post mortem en la cabeza perpetrados por su pareja Samantha Carpenter. Esta, tras descubrir la traición de su pareja, que resultó ser un sádico asesino, optó por sumirse en la oscuridad ofrecida por las visiones de su padre Billy Loomis (el primer asesino de todos bajo el traje de Ghostface) como forma de protección ante la barbarie que estaba aconteciendo. Un monstruo para vencer a otro monstruo...

Al final de esa noche, los supervivientes vencieron; entre ellos destacan: Sam, Tara; su hermana, Gale Weathers (famosa periodista y superviviente de otras masacres pasadas) y Sidney Prescott (el objetivo principal de las pasadas matanzas y máxima superviviente).

Por desgracia, no todos tuvieron la misma suerte. En la matanza ocurrida en esos días cayeron personas muy queridas y respetadas. Entre las víctimas estaban: Wes y Judy Hicks (asesinados miserablemente en su propia casa por Richie y Amber), Dewey Riley (antiguo sheriff y ex-marido de Gale), la adolescente Liv McKenzie (asesinada de un disparo en la cabeza cuando Amber mostró a todos quién realmente era), Vince Schneider y el oficial de policía Clay.

De nuevo la tragedia sacudió el pueblo de Woodsboro; el motivo de los asesinos esta vez fue querer hacer una nueva ola de asesinatos, basándose en los eventos reales de Woodsboro para inspirar una nueva película de la franquicia ficticia "Stab" para volver a los orígenes y hacer así una gran película. Parte del plan era usar a la hija del asesino original para hacer más interesante la trama. Richie y Amber eran fanáticos obsesivos de Stab y la última película les pareció un completo despropósito carente de cualquier tipo de respeto con la obra original. Cabe recalcar que ambos dementes se conocieron en un subforo de la página "Reddit"; encontraron a su delirante alma gemela a cambio de terminar en la forma tan fatídica en la que lo hicieron.

Estaba amaneciendo; los supervivientes fueron trasladados a los centros de salud más cercanos mientras dejaban atrás "la casa de los horrores" en la que sucedió el acto final de la "recuela". Una hora más tarde un vehículo se aproximaba al lugar con una peligrosa prisa; también sonaba una alarma policial a todo volumen. El auto fue aparcado en la entrada de la casa y un hombre en sus cincuentas salió de él. Se dirigió corriendo a dentro del lugar, pero unos oficiales no le dejaban acceder debido a su vínculo con un fallecido, pero lo que hizo fue empujar a estos hombres hasta conseguir entrar. Había una bolsa para cadáveres en la entrada del hogar; el señor muy nervioso y asustado la abrió de golpe y vió a su hijo Richie Kirsch sin vida y ensangrentado. El padre del difunto se desplomó, cayendo hacia abajo de lo impactante que le era lo que sus propios ojos estaban viendo, y la persona que más quería yacía sin la energía que solía tener en vida. Pero no nos engañemos, Richie cavó su propia tumba al hacer todo lo que hizo y Wayne (su progenitor) en el fondo lo sabía, pero he ahí su mayor defecto: nunca supo culparse por la crianza de su hijo o admitir que Richie fue un ser entregado al mal más egoísta. De hecho, Wayne comenzó a llorar silenciosamente mientras el resto de agentes estaban apenados por él. La razón del llanto era saber que él había alimentado la obsesión de su hijo por la franquicia cinematográfica Stab al haber robado pruebas policiales de los anteriores casos. Ghostface, usando su poder como detective y así montar un santuario en la ciudad de Nueva York en tributo a su hijo y sus escabrosos gustos.

Después de un rato de intenso sufrimiento, comenzó a hacer preguntas a los policías tras el caso, pidiéndoles explicaciones de todo lo que había sucedido. Estos le comentaron todo a gran detalle, más le enseñaron unas fotografías reveladoras sobre lo que le hicieron a su hijo y quién fue la responsable. Un nombre no se le escapaba de la cabeza tras esto: Samantha Carpenter. Él estaba sintiendo unos enormes impulsos violentos mezclados con una ira muy peligrosa; sin duda era una unión muy explosiva.

The Kirsch family: una historia de colapsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora