Naruto - La represalia kuroinu

3 - Todos llevamos máscaras. (Primera parte.)

Los Caballeros Princesa se habían reunido una vez más en la Ciudadela Blanca. Celestine estaba dispuesta a compartir su decisión, pero faltaban dos de sus miembros. Sabían que una había sido capturada por el enemigo, pero la otra princesa, Prim, no aparecía por ninguna parte. No era de las que llegaban tarde sin una buena razón.

Decidieron esperar un poco más, esperando que la joven rosada atravesara las puertas en cualquier momento y se disculpara por haberles hecho esperar... pero seguía sin llegar. "No es propio de Prim-chan retrasar las cosas", murmuró Maya mientras bebía un largo trago de una jarra de cerveza y miraba la entrada de la sala de reuniones.

"Oh, cielos. Espero que no haya pasado nada malo", dijo Celestine, poniéndole la palma de la mano abierta en la mejilla. ¿Prim había tenido algún tipo de accidente?

"¿Crees que sus desagradables pretendientes la están molestando de nuevo? Si vuelven a molestar a Prim-chan, ¡Ruu-Ruu les morderá mucho! Y todos lo odiarán!" Gritó la halfling mientras rechinaba los dientes para dar énfasis.

Las otras princesas se rieron de la naturaleza protectora y enérgica de Ruu-Ruu. Era posible que Prim tuviera innumerables pretendientes que buscaban su mano en matrimonio, y su prima Alicia solía ahuyentarlos. Si Prim estaba siendo acosada por más pretendientes, no era de extrañar que llegara tarde. Por otro lado, ¿por qué Ruu-Ruu estaba tan obsesionado con morder a la gente?

Las puertas de las salas de reunión se abrieron, y las distintas Princesas sonrieron, pensando que por fin había llegado su colega. Sin embargo, no fue Prim quien entró. Era una mujer de piel oscura y pelo plateado, con un par de orejas de lobo en la cabeza, que indicaban que era una Mujer Bestia, y una gran espada de dos manos atada a la espalda.

Estaba con Graves, el suegro de Claudia, que parecía bastante severo. Maya fue la primera en ver a la mujer lobo y dijo: "Es Leona, la jefa de la compañía mercenaria Hakuro".

Leona, que ya había sido identificada, dio un paso al frente y empezó a explicarse. "Siento la repentina intrusión, pero lamento informaros de que vuestra princesa Prim ha sido capturada por el enemigo". Se hizo un silencio de estupefacción mientras todos se miraban incrédulos ante la noticia.

Presintiendo que se avecinaban las preguntas, la mujer de pelo plateado prosiguió: "La Princesa se dirigió al enemigo con una bandera blanca para intentar negociar un rescate por su primo. Mis exploradores dicen que ella y su caravana entraron en la Primera Fortaleza, pero nunca volvieron a salir. Ya había conseguido que yo y mis mercenarios vigiláramos la Segunda Fortaleza por ella y le informáramos si tenía éxito o fracasaba".

La mayoría de los caballeros de la Princesa Caballero se quedaron con la mirada perdida, asombrados. La única excepción era Kaguya, que parecía estar profundamente concentrada, moviendo los labios en silencio como si estuviera susurrando un mantra. Claudia fue la primera en recuperarse del shock y agarró la mesa con ambas manos, gritando: "¡Esos paganos! ¿No tienen honor? ¿Llevándose a una chica indefensa bajo una bandera blanca?".

Graves se cruzó de brazos y habló en tono despectivo: "Qué chica más tonta. Con la Legión no se negocia. Harán lo que quieran".

"¿Y qué? ¿Debería haber dejado allí a su primo?". gritó Maya mientras arrojaba su botella, ahora vacía, a la cabeza del anciano caballero, haciendo que éste se inclinara hacia un lado y permitiendo que la botella le pasara inofensivamente por encima. La mujer pelirroja saltó de su asiento y gritó: "¡Ya basta! Vamos a marchar todos contra la Legión y recuperar a nuestros amigos".

Ruu-Ruu, que ahora estaba agitando su hacha salvajemente, la vitoreó. Claudia asintió mientras desenvainaba su espada y Kaguya salió de su meditación, con el rostro inexpresivo mientras asentía lentamente. "Me temo que la decisión final corresponde a Celestine-sama". murmuró Graves con el ceño profundamente fruncido, pues no le gustaba el rumbo que estaban tomando las cosas.