Naruto - La represalia kuroinu

Capítulo 6: En Marcha. (Primera parte).

Leona estaba apoyada en la barandilla de un balcón de la segunda fortaleza, observando cómo la milicia local y sus propios mercenarios se preparaban para la invasión.

Las tropas locales contaban con unos 150 efectivos, mientras que ella tenía bajo su mando a unos 700 mercenarios. No era una compañía tan grande como la Kuroinu de Vult, pero sus tropas eran más disciplinadas y hábiles que las de él. Calidad por encima de cantidad. En total, disponía de unos 850 soldados para defender la fortaleza, lo que no era ni mucho menos suficiente.

Afortunadamente, se habían enterado de que 1.000 soldados estaban de camino para reforzarlos, y también estaban en camino otros 3.000 soldados dirigidos por el renombrado Levantino de las Tumbas. Con esa cantidad de soldados, deberían poder contener a la Legión, suponiendo que aguantaran lo suficiente.

"¿Dónde está el enemigo? ¿Dónde? ¿Dónde? ¡Ruu-sama está listo para luchar! ¡Luchemos contra el enemigo! ¡Ruu te cortará en pedazos! ¡Salid enemigos! ¡Ruu-Ruu está preparado para todos vosotros! Ruu luchará contra vosotros y liberará a Prim-chan y Alicia-chan". Gritó el halfling, esperando ansioso la llegada de la Legión.

"Esperemos que no lleguen demasiado pronto. Aún no estamos totalmente preparados, y algunas de las defensas no han recibido el mantenimiento adecuado desde hace tiempo". La mujer bestia habló con un ligero gruñido de fastidio, mirando a un noble cercano de pelo rosa que sollozaba y lloraba como un bebé.

"¡Wwwwaaaaaaaaaaaah! ¡Priiiiiiiim! ¡Esos monstruos! Cómo se atreven a violarteuuuuuuu!", se lamentaba el hombre conocido como Lord Fiorire, con los ojos enrojecidos por las lágrimas y la nariz goteando mientras aferraba una bola de cristal entre las manos.

La bola mostraba al General enemigo besando a la Princesa Prim, que parecía conmocionada. Lord Fiorire utilizaba a menudo su bola de cristal para vigilar a su hija cuando estaba ausente. En opinión de Leona, esto era una paranoia y una invasión de la intimidad. Sin embargo, en este caso, su precaución podía estar justificada.

Por alguna extraña razón, el noble de pelo rosa se había quedado fijado en aquel único momento en lugar de utilizar su bola de cristal para recabar más información.
"¡Oh Prim! ¡Ese demonio! Te llevó a su cama y te forzó, ¿verdad? ¡Te arruinó! ¡Mi querida y dulce Prim! ¿Por qué tuviste que irte?"

Leona estaba segura de que si Lord Fiorire tuviera un ejército en condiciones, él mismo habría marchado directamente a la Primera Fortaleza, lo que habría sido admirable, pero probablemente habría acabado con su muerte. Pero esta extraña obsesión que tenía con su hija no parecía... sana.

"¡Tengo que ponerle las manos encima a ese Hannya! ¡Ruu-sama le morderá! Ruu le morderá mucho y lo odiará!" gritó Ruu-Ruu a pleno pulmón, haciendo que unas ventanas y un espejo se agrietaran y luego se hicieran añicos.

La mujer lobo suspiró mientras se pellizcaba el puente de la nariz. Iba a ser una misión larga y no estaba segura de cuánto tiempo más podría mantener a raya el temperamento de la fogosa halfling. Por no mencionar que Lord Fiorire se estaba desmoronando casi literalmente. Una parte de ella deseaba que llegara el ejército de la Legión para poder acabar con esta lucha, pero otra parte temía su llegada.

Si intentaban utilizar a las princesas como rehenes, la situación podría ir rápidamente de mal en peor.

Mientras tanto, en la Primera Fortaleza...

Olga preguntó: "¿Cuánto falta para que estéis listos para marchar?". Estaba descansando en el jardín con su hijo y su personal, disfrutando del té de la tarde. Hacía un día precioso, y la Reina no recordaba la última vez que había disfrutado de una comida tan agradable rodeada de flores.