Capítulo 12

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La confesión que habían compartido esa noche, en la cual Bela describió la luna para Junior desde el otro lado del mundo, seguía latiendo en los corazones de ambos. Aunque habían reconocido que lo que sentían era real, no habían hecho más que continuar con el show, dejando sus emociones en el aire, sin atreverse a dar el siguiente paso. Para el resto del mundo, seguían siendo solo amigos que coqueteaban y tenían un ship en TikTok, pero en lo profundo, había algo más.

Era otra de esas noches en que sus horarios se alineaban perfectamente. Bela, sentada frente a su cámara, lucía un vestido rojo, el color que Junior siempre le decía que le quedaba mejor. Él, por su parte, estaba terminando su desayuno en Corea, listo para encender su live, sabiendo que Bela lo estaría espiando desde su otro teléfono.

"Hola mis Panditas, esta noche quiero que hagamos algo especial... Vamos a ver si logramos hacer que mi Sargento Junior se ponga nervioso." Sonrió cómplicemente. "¡Vamos a enviarle besitos cuando entre en vivo!"

Los comentarios estallaron: "¡Sí, Ama!", "¡La Reina siempre sabe qué hacer!", "El Jefe no tiene escapatoria".

Bela se mordió el labio, esa pequeña interacción en la que coqueteaban sin que nadie supiera lo que realmente había pasado entre ellos, era su manera de mantener viva la chispa, sin cruzar la línea.

°°°

En Corea, Junior había comenzado su transmisión con su energía característica. Las Ohanas estaban en pleno apoyo, y los comentarios no paraban de llegar. Pero en el fondo de su mente, sabía que Bela lo estaba viendo. Su Reina, su otra mitad en este juego interminable de emociones y espectáculo.

"¿Ah? ¿Bela ya está espiando?" Sonrió, leyendo los comentarios, sabiendo que ella nunca fallaba en sus visitas. "Reina, si me estás viendo, más te vale mandarme esos besitos de buenas noches."

Bela no tardó en reaccionar. Desde su otro teléfono, mandó un regalo de TikTok: un corazón que daba besitos en la mejilla. Era su pequeño ritual, una señal de que estaba ahí para él, incluso si todo lo demás seguía siendo parte del show.

"Ahí está mi Reina... siempre puntual." Dijo Jun riendo levemente.

Los comentarios de los seguidores no se hicieron esperar: "¡Llegó la Reina!", "¡La Amá te está viendo, Jefe!", "Esos besitos son solo para ti, Junior".

°°°

Ambos seguían sus lives, pero mientras la cámara captaba sus sonrisas y bromas, algo más se sentía en el aire. Era esa tensión no resuelta, ese deseo de que, en algún momento, dejarían de actuar.

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Al final de la noche, tras desconectarse de sus lives, Bela miró su teléfono. Junior le había dejado un mensaje privado:

Junior: "Reina, te vi espiándome otra vez... Ya sabes lo que pienso."

Bela sonrió mientras leía, su corazón latiendo más rápido.

Bela: "Guapo, siempre te veo. Aunque sea un show... Sabes que lo que siento es real."

Había una pausa, como si ambos estuvieran pensando lo mismo pero sin atreverse a decirlo.

Junior: "Ya no quiero que sea solo un show, Bela... Pero ¿qué hacemos con todo esto?"

Esa pregunta quedó en el aire. Ambos sabían que el público los amaba juntos, que el "Junbela" era parte del espectáculo que habían construido, pero también sabían que sus sentimientos iban más allá de los likes y los comentarios.

°°°

Al día siguiente, los dos se encontraron otra vez en sus respectivas transmisiones. Bela, como siempre, comenzó coqueteando con otros chicos, manteniendo su papel de conquistar visas. Pero esta vez, algo en su mirada delataba la duda.

"Bela, ¿y qué me dices de Junior? ¿No crees que ya hay algo más ahí?" Dijo Judá mientras hacían una batalla.

Bela se rió, cubriéndose la boca, como hacía siempre cuando quería ocultar algo.

"¿Junior? Ay, Judá, tú sabes que eso es puro show... ¿o no?, así como nosotros"

Pero incluso mientras lo decía, sentía cómo sus palabras se volvían cada vez menos convincentes, no solo para sus seguidores, sino para ella misma.

En Corea, Junior también lo sentía. Aunque seguía con sus bromas, las chicas que entraban a su live ya no despertaban el mismo interés en él. Cuando le preguntaban por su situación sentimental, su respuesta se había vuelto casi automática:

"Mi Reina es la única, ya lo saben."

°°°

El espectáculo seguía adelante, pero ambos sabían que la realidad ya estaba llamando a la puerta. No sería fácil romper la burbuja del show, pero poco a poco, se acercaban a ese momento en que tendrían que decidir si dar el paso y vivir lo que sentían sin miedo al qué dirán.

Junbela, un barquito de tiktokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora