Junbela, un barquito de tiktok

Capítulo 4

Habían pasado semanas desde aquella conversación sincera en la que Bela y Jun admitieron lo que sentían el uno por el otro. Las charlas y videollamadas seguían siendo parte de su rutina diaria, pero esta vez todo tenía un sabor diferente: había una promesa de futuro. Jun ya no era solo el "guapo" con el que compartía risas y flirteos por TikTok, sino alguien que había comenzado a formar parte de su vida de una manera más profunda.

Una tarde de septiembre, mientras Bela terminaba de grabar un video, su teléfono vibró. Era un mensaje de Jun.

Jun: "Reina, ¿puedes llamarme cuando tengas un rato? Necesito hablar contigo de algo importante."

Bela dejó lo que estaba haciendo, algo nerviosa pero también emocionada. Llamó de inmediato.

La cara de Jun apareció en la pantalla, con su típica sonrisa pícara. "¡Hola, reina! ¿Cómo va tu día?"

Bela sonrió, siempre aliviada de ver su rostro. "Hola, guapo. Todo bien, un poco cansada. ¿Qué es eso tan importante de lo que querías hablar?"

Jun se echó hacia atrás en su silla, relajado, pero con una mirada seria que capturó toda la atención de Bela. "He estado pensando mucho sobre nuestro encuentro... y quiero que sepas que sí voy a ir a verte, pero no será tan pronto como imaginabas."

Bela frunció el ceño, confundida. "¿Cómo que no tan pronto? ¿Cuándo piensas venir entonces?"

Jun tomó aire antes de soltar la noticia. "Voy a llegar en diciembre, justo a tiempo para pasar la Navidad y el Año Nuevo contigo."

El corazón de Bela se aceleró de inmediato. "¿En serio? ¡Vas a venir para Navidad!" exclamó, sorprendida y emocionada a la vez. Sabía lo que esas fechas significaban, especialmente en Corea.

Jun asintió, sonriendo con suavidad. "Sí, reina. Aquí en Corea, es una tradición pasar Navidad y Año Nuevo con tu pareja. Y quiero pasar esas fechas contigo."

Bela se quedó sin palabras, procesando lo que acababa de escuchar. Aunque diciembre parecía lejano, la idea de que Jun quisiera pasar las fiestas con ella hacía que todo valiera la pena. "¡Guapo! ¡Eso es increíble! Será la mejor Navidad de mi vida."

Jun rió, pero luego adoptó una expresión más seria y cariñosa. "Y sé que también será tu cumpleaños."

Bela parpadeó, sorprendida de que lo recordara. "Sí, el 24 de diciembre. No suelo celebrarlo mucho, como siempre coincide con Navidad. Pero si tú estás aquí... será diferente."

Jun asintió. "Por eso quiero estar allí. Quiero hacer que tanto tu cumpleaños como la Navidad sean los mejores que hayas tenido. Es mi manera de agradecerte por todo este tiempo. Aunque estemos lejos, no hay un solo día en el que no piense en cómo sería estar contigo."

Bela sintió una oleada de emoción. No podía creer lo que estaba escuchando. "No puedo esperar, Jun. Esto es más de lo que había soñado. Mi cumpleaños siempre ha pasado desapercibido, pero ahora... será el más especial."

Jun sonrió, acercándose un poco más a la cámara, como si pudiera estar más cerca de ella. "Y créeme, reina, cuando llegue diciembre, te voy a llenar de girasoles y momentos inolvidables."

Bela rió, su corazón hinchado de felicidad. "Sabes lo mucho que me gustan los girasoles, guapo. No sé qué he hecho para merecer esto."

Jun la miró con ternura. "Lo que siento por ti no es casualidad, Bela. Ya te lo dije antes: quiero que esto sea real. No será solo una pantalla más. Será tú y yo, juntos, celebrando y empezando algo que, estoy seguro, será increíble."

Bela respiró hondo, tratando de contener la emoción que sentía. "Estoy deseando verte en diciembre. Ya puedo imaginarlo... tú aquí, conmigo, celebrando mi cumpleaños, Navidad, y el Año Nuevo."

"Va a ser inolvidable, reina," respondió Jun con seguridad. "Voy a hacer todo lo posible para que este diciembre marque el comienzo de algo nuevo para nosotros. Porque después de todo, estaré allí no solo para una visita, sino para pasar las fechas más importantes del año contigo."

Ambos quedaron en silencio por unos segundos, sonriendo, disfrutando del momento y de la promesa que los uniría en unos pocos meses. La distancia seguía ahí, pero la expectativa de verse en diciembre hacía que todo fuera más soportable.

"Te esperaré con los brazos abiertos, guapo. Será un diciembre que nunca olvidaré," dijo Bela finalmente, mientras Jun asentía, sabiendo que el mejor regalo estaba aún por venir.

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El reloj seguía su curso, y mientras el año se acercaba a su final, la promesa de diciembre brillaba como una luz en el horizonte. No solo sería Navidad, ni el cumpleaños de Bela. Sería el comienzo de algo mucho más grande.