𓏲 ๋࣭ ࣪˖ 𝐁𝐨𝐝𝐚 𝐄𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐜𝐚𝐝𝐚

Negación.

Sunghoon no es de trabajar mucho en equipo, la única vez que lo hizo fue con Yang Jungwon y no duraron mucho, pero ahora tiene a un chico alto con unos grandes ojos y pequeños aires de grandeza, a un chico torpe que destruye todo lo que toca y a una pequeña y sumamente tierna bolita azul que no se despega de su lado, y se pregunta cómo es que llegó a eso.

Oh claro, la causa se llama Lee Heeseung. Agh... Sunghoon le cobraría el doble por soportar a estos chicos.

— ¡Entonces sé feliz! — gritaron o... ¿cantaron? Tres escandalosos chicos. Sunghoon bufó molesto mientras los veía desde atrás.

— ¡Jay hyung es muy divertido! — gritó Jake emocionado. Lo abrazó por el torso a la vez que caminaban. — Es como el hermano mayor que siempre quise.

Sunghoon al escuchar a Jake, lo arremedó de forma infantil en voz baja, viró los ojos y pudo ver que Niki lo observaba con diversión. Afiló su mirada haciendo que Niki tragara duro y apartara la vista.

— Hoonie hyung... — la dulce voz de Jake llegó a sus oídos provocando que se despabilara de sus pensamientos. Le prestó atención al chico mirándolo a los ojos; rayos no, mala idea, mejor miró su... frente. Sí, su frente. — ¿Podemos parar un momento? Ya me cansé.

Antes de que Sunghoon pudiera abrir la boca para negar el pedido del chico, Jay se había girado hacia ellos y ya se había acercado.

— ¿Ah? ¿Jake, estás cansado? Puedo llevarte en mi espalda si quieres. — ofreció el chico de forma inocente, sin dobles intenciones. La dulce sonrisa con hoyuelos de Jay se hizo presente e hizo a Jake sonrojar.

— Descansemos — interrumpió Sunghoon antes de que Jake pudiera emitir sonido alguno. Tomó al chico de cabello azul suavemente por el brazo y lo sentó en un tronco que estaba cerca de ellos. — Diez minutos.

— ¡Gracias hyung! — Jake se aferró al brazo derecho de Sunghoon y frotó su mejilla contra el mismo. — ¿Ya le dije cuánto lo aprecio? ¡Mucho!

Sunghoon fingió no haber escuchado las dulces palabras de Jake y en su lugar solo revolvió el azulado cabello del chico con su mano libre.

El menor guió su mano hacia la grande de Sunghoon y comenzó a jugar con ésta, provocando que el pulso del chico se disparara. Evitó mirar a toda costa al rostro de Jake y el de los otros dos presentes, porque estaba seguro que su rostro se encontraba rojo. Lo pudo sentir, sintió el calor en las puntas de sus orejas y mejillas y eso solo aumentó su nerviosismo.

Sintió un cosquilleo en la punta de los dedos, un cosquilleo que le pedía a gritos algo, algo que Sunghoon no estaba dispuesto a hacer, pues sabía muy bien que significaba aquel vuelco en el estómago, aquel vergonzoso sonrojo y se negaba rotundamente a sentirlo.

A pesar de sus peleas mentales con sí mismo de lanzar la mano de Jake lejos de la suya, la mantuvo ahí. Sin hacer el más mínimo gesto de disgusto.

— ¡No puedes hacer eso, Jay hyung! — reprendió Niki por lo bajo, con cuidado de no ser escuchado. — Mira que ligarte al novio de uno de los mercenarios más peligrosos que hay en los cinco reinos ¡No está bien! Nos podría matar en un parpadeo y todo por su calentura.