Ambos se encontraban en silencio luego de aquella declaración. Sus ojos, fijamente observando al otro, con miedo de romper el momento especial que habían creado.
Con incredulidad, la joven pestañeó varias veces tratando de asimilar aquello.
—Kakashi...
El peliplata, sonrojado y avergonzado se acercó a ella para acortar distancias; mientras que por el contrario, Keiko trataba de alejarse lo suficiente. Lamentablemente para ella, chocó con la pared, quedando acorralada entre esta y su compañero.
—Es cierto. Ya no tengo ningún interés en ocultarlo.—Susurró, generando que sus labios se rozaran al momento de hablar.—Estoy enamorado de ti, como no tienes idea. Desde el momento en que me despierto hasta el último segundo antes de dormir, eres tú quien esta en mi mente y en mi corazón desde... desde aquel día. Keiko, yo te amo. Al principio tenía vergüenza de mis sentimientos, pero ahora puedo decir abiertamente que te amo como nunca pensé que podría amar a alguien.
Sus respiraciones se mezclaban y ambas estaban agitadas debido a las palabras. La ojiverde intercaló la mirada entre los orbes de Kakashi y el lugar de su boca tapado por la máscara, recordando el sabor de sus labios como un fantasma del pasado y sintiendo su corazón yendo a toda velocidad. Él al darse cuenta, con rapidez bajó la tela hasta la barbilla, dejando al descubierto su boca y susurrando las palabras que cambiarían todo.
—Eres todo mi mundo, Keiko.
Aquello fue lo único que bastó antes de que se lanzara a sus labios, siendo recibida instantáneamente por él quien la envolvió entre sus brazos con fuerza y devolvió el beso de forma apasionada.
—Mi nombre es Keiko, Ōkami Keiko.
El chico con nerviosismo al escuchar aquella voz, apartó la mirada del paisaje y la observó. Al contemplarla con más detalle, se sorprendió de ver a una niña tan... tan bonita. Claro que sabía quien era, pero trató de disimular su timidez.
—Kakashi Hatake.—Respondió tratando de parecer indiferente. Pero aquella respuesta que para él fue amistosa, en realidad fue desagradable el tono arisco.
Sin embargo la niña sonrió alegremente al conocer el nombre de su nuevo compañero e ignoró el tono frío y el desinterés de presentarse correctamente.—¡Encantada de conocerte, Kakashi!
El niño, sonrojado levemente y cohibido por la sonrisa de su compañera en la Academia, volvió la mirada hacia el paisaje.—Sí. Igual.
—¿Me estás diciendo que no soy capaz?
El adolescente suspiró con cansancio bajando la cabeza. Se sacudió sus cabellos platinados con frustración; no sabía como explicar aquello sin darle a entender que no la veía capaz. ¿Acaso no podía entender que él realmente se preocupaba por ella? ¿Por qué siempre pensaba las cosas de manera equivocada?
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𝐕𝐄𝐑𝐄𝐂𝐔𝐍𝐃𝐈𝐀 ; 𝐇𝐀𝐓𝐀𝐊𝐄 𝐊𝐀𝐊𝐀𝐒𝐇𝐈
FantasyDesde hacía mucho tiempo que Kakashi sufría de repentinos nerviosismos y pasaba mucha vergüenza cuando cierta persona pasaba cerca de él o le dirigía palabra. Con los años fue descubriendo la razón del por qué y tratando de cambiar la estropeada rel...