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Su día comienza con el pie derecho, sin importar que sean las 7:00 am, ella porta esa radiante sonrisa que siempre la ha acompañado, por lo que ese día no le importa tener que utilizar el autobús abarrotado de gente, porque sabe que nada podrá hac...

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Su día comienza con el pie derecho, sin importar que sean las 7:00 am, ella porta esa radiante sonrisa que siempre la ha acompañado, por lo que ese día no le importa tener que utilizar el autobús abarrotado de gente, porque sabe que nada podrá hacer que su estado de ánimo cambie, ni siquiera esa próxima entrevista a la que se dirigía.

Al bajar del autobús acomoda su cabello y saca de su bolso su labial favorito para retocarse un poco, al terminar se mira en su espejo de mano para cersiorarse de que todo estaba en orden y cuando está segura revisa el reloj en su muñeca, el cual indicaba que eran las 7:50 am, lo que la hizo sonreír más, pues su entrevista era a las 8:00 am, una vez más confirmó lo que pensó desde que se despertó "nada podrá arruinar este día".

Respira hondo mientras detalla la infraestructura del edificio frente a ella y una vez más, se sintió emocionada al pensar que trabajará en una empresa tan prestigiosa e impresionante como lo era Minatozaki corporation.

Decidida a llevarse el empleo, se adentra en el enorme edificio y se encuentra con una chica en la recepción, Tzuyu se acerca y educadamente saluda —Buenos días señorita, me llamo Chou Tzuyu y he venido por la entrevista de trabajo.

La chica sentada detrás del mostrador asiente, pareciendo aburrida y harta de estar ahí —Claro, toma el elevador y ve al piso 18, ahí caminas hacia el fondo y a mano derecha se encuentra la oficina del señor Minatozaki, él te hará la entrevista.— indicó sin mirarla.

Tzuyu asintió —Está bien, muchas gracias por las indicaciones, ten un excelente día.— se despidió educadamente, aún manteniendo su amplia sonrisa.

Caminó hacia el elevador tal y como la chica le había indicado, pero apresuró el paso cuando vio que las puertas estaban a punto de cerrarse, sin embargo logró entrar.

Esperó para ver si la otra persona apretaría el botón de algún piso, sin embargo frunció el ceño confundida al ver que eso no ocurrió, así que observó a la extraña en el elevador.

Era una chica, probablemente más baja que ella pero eso no se apreciaba bien porque estaba encorvada y recargada contra la fría pared metálica, Tzuyu presionó el número 18 y el elevador avanzó.

Sin poder evitarlo, su mirada volvió a la extraña figura que estaba sospechosamente quieta, detallando sus facciones. Observó la mandíbula definida, junto a los delicados pómulos y mejillas rellenas, era raro, pero le pareció linda la forma de su nariz y el desordenado flequillo cubriendo su frente, aunque lo que más llamó su atención fueron las bolsas debajos de sus ojos, parecía como si no pudiera dormir adecuadamente desde hace varios días y de hecho, si la miraba mejor podía notar sus labios resecos y partidos que sangraban un poco, sin que a la dueña le importara.

Tzuyu por primera vez en todo el día cambió su sonrisa por una mirada preocupada, ya que esa chica le parecía cansada, demacrada e incluso... triste.

Ms. Minatozaki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora