Pablo Gavi, futbolista profesional cuya vida parece estar perfectamente trazada, y Laia, una estudiante de marketing centrada en su futuro profesional. Sus caminos se cruzan por casualidad, Gavi intenta conquistarla, Laia no está interesada en el ti...
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- Que clase más aburrida de verdad, yo no sé cómo no me he quedado dormida... - se queja mi amiga y compañera de clase Celia.
- Porque es asistencia obligatoria sino yo me saltaba la clase - le digo suspirando mientras caminamos hacia la cafetería - Menos mal que es jueves, no voy a hacer nada este finde - le digo ya que los viernes nosotras no tenemos clases.
- Yo tampoco tía, esta noche voy a salir con mis amigos y durante el finde no voy a hacer mucho, mañana tocará día de resaca, el sábado no haré mucho y el domingo tendré que ir a comer a casa de mis abuelos pero no voy a abrir ni un libro - me explica ella lo que va a hacer el fin de semana.
- Yo ya sabes, estar con Ona, Rocco y poco más - le digo y ella asiente - Mira que me he tomado un café esta mañana pero necesito otro para poder soportar las dos siguientes horas de clase eh.
- Cualquier día te da algo aquí con tantos cafés... - me dice mi amiga mientras entramos en la cafetería.
- Que no hombre - le digo antes de que mi móvil empiece a sonar - Uy, mi padre, pídeme un cortado porfi, voy a cogerlo - le digo antes de separarme de ella para poder hablar con mi padre tranquilamente.
- Hola cariño, ¿qué tal? - me dice mi padre nada más descolgar.
- Bien papá, ¿pasa algo? - le pregunto ya que es raro que me llame en el descanso de clases.
- Nada cariño, te llamaba para avisarte de una cosita... - me empieza a decir sutilmente.
- Uy papá eso suena a que no me va a gustar, ¿qué pasa? - le pregunto.
- Esta noche Manuel y yo tenemos una cena de trabajo y me ha parecido buena idea que vinieses - me dice haciendo que una mueca aparezca rápidamente en mi cara, Manuel es su socio de toda la vida.
- ¿Enserio papá?
- Ya te he dicho algunas veces que estaría bien que lo hicieras para que vayas familiarizándote con la empresa y como prácticamente acabas de empezar el curso no tendrás nada, que después me pones mil excusas de que tienes mucho que estudiar - me dice y se que lleva razón - Venga Laia estás en segundo, cuando menos te lo esperes has terminado la carrera...
- No puedo decir que no, ¿no?
- Puedes... pero no lo vas a hacer - me dice él riendo, si es que no puedo decirle que no a mi padre.
- Vale - le digo alargando la e - ¿Y de qué es la cena?
- En realidad la cena es una invitación del Fútbol Club Barcelona, te he dicho que vengas a esta porque no va a ser tan de trabajo y seguro que no te aburre tanto - me explica él.
- Vale papá, nos vemos en casa - le digo despidiéndome de él.
- Vienes a casa a comer, ¿no? ¿No quieres ir a comprarte algo para la cena? - me pregunta él.
