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Habían pasado quince minutos donde los mayores tuvieron que calmar al pelinegro y ayudarlo a afrontar el repentino dolor de cabeza que le llegó segundos después de procesar la nueva información que le dijeron

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Habían pasado quince minutos donde los mayores tuvieron que calmar al pelinegro y ayudarlo a afrontar el repentino dolor de cabeza que le llegó segundos después de procesar la nueva información que le dijeron.

—Entonces soy padre...— dijo mientras se limpiaba las lágrimas que habían descendido por su rostro— Pero no veo a mi hijo o hija.

—Tiene una explicación, todo es culpa de papá— explicó Jimin, tratando de ignorar el nudo en la garganta que sentía—. Él nunca quiso a ese niño desde que se enteró que sería abuelo, le importó más su imagen ante sus conocidos que una vida que estaba por llegar a este mundo. En ese periodo de días que entraste en coma por tus heridas del choque me dijo que no planeaba cuidarte ni a ti ni al bebé.

—¿Entonces por qué sigo aquí? ¿Y el pequeño? ¿Donde está? ¡Jimin, habla!

—Yo no sabía que haría con el niño, nunca me lo especificó— dijo con rapidez, hasta él mismo estaba melancólico—. Es por eso que tuve que dejarlo en la puerta de la casa de una persona que creí que lo cuidaría bien por el poco tiempo que lo vi desde la distancia ¡Te digo que no tenía mucho tiempo! Era eso o que cayera en las manos equivocadas.

—¡¿Y un desconocido no lo es?!

—Jungkook, tranquilo. Entiende que pudo haber sido abandonado a su suerte y ni Jimin conocería su paradero, eso iba a ser peor.

El omega menor gruñó por lo bajo, nuevamente sintió su corazón latir rápido por lo que estaban contándole. Aunque ahora lo que tenía en la cabeza era encontrar a su hijo, no podía perder más tiempo.

—Varias veces papá habló de lo que pensaba sobre el bebé mientras estaba cerca tuyo, prácticamente lo odiaba incluso cuando no nacía. Quizás aunque estuvieras inconsciente tu lobo escuchó todo y por eso bloqueó ese recuerdo junto a los de los últimos años para ahorrarte el dolor, probablemente lo hizo para protegerte.

—Han pasado nueve meses desde que ocurrió todo— habló el pelinegro intentando hacer cálculos mentales—. Mi hijo... necesito saber donde está, tengo que encontrarlo y verlo, ¡tengo que empezar ahora!

Coincidence of love (KTH & JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora