Alianzas Oscuras

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La base de los Decepticons se alzaba imponente en las afueras de Zebuth City, un bastión metálico lleno de maquinaria alienígena y tecnología avanzada. Sus muros oscuros y amenazantes se erguían como un monumento a la destrucción, una fortaleza que resguardaba a los guerreros mecánicos más temidos del universo.


Dentro de la base, en una amplia sala iluminada por luces rojas y moradas, los Decepticons se encontraban reunidos en torno a una mesa de guerra holográfica. Megatron, imponente y autoritario, observaba un mapa de la ciudad con una sonrisa fría y calculadora. A su lado, Starscream, Blitzwing y Soundwave estudiaban los detalles del próximo ataque. Pero lo que más llamaba la atención en la base no eran los Decepticons, sino un grupo de figuras conocidas que se movían entre ellos: los Shishigumi.

[El Shishigumi, una banda de leones infames por sus actividades criminales en el mercado negro, ahora se habían convertido en algo más que simples aliados para los Decepticons. Habían aceptado un tratado oscuro, convirtiéndose en las "mascotas" del ejército invasor.]

[Ibuki, el líder de los Shishigumi, caminaba al frente, seguido de sus compañeros. Sus movimientos eran orgullosos, pero sus ojos reflejaban una mezcla de sumisión y desafío, como si el honor de los leones se debatiera constantemente entre la servidumbre y la rebelión.]

Megatron: —Bienvenidos, Shishigumi. Este tratado les da un propósito más allá de sus miserables peleas callejeras. Ahora sirven a una causa superior: la conquista.

Ibuki se mantuvo firme, mirando a Megatron con una mezcla de respeto y resentimiento. —No somos tus sirvientes, Megatron. Estamos aquí porque ambos queremos lo mismo: poder y control. Pero no olvides que un león no se domestica tan fácilmente.

Megatron soltó una carcajada que resonó como un trueno metálico. —Oh, Ibuki, aquí no se trata de domesticar. Se trata de usar los talentos que tienen para algo más... significativo. Ustedes cazan para nosotros, nos mantienen informados sobre los movimientos en la ciudad, y a cambio, los Decepticons protegen sus territorios.

[Los otros miembros del Shishigumi, sentados en los bordes de la sala, observaban con atención. Sus garras se afilaban contra el suelo de metal mientras algunos Decepticons pasaban junto a ellos, como si fueran parte del mobiliario.]

Starscream: —¿Por qué mantener a estas criaturas aquí? Podríamos haberlos eliminado. —comentó, mirando a Ibuki con desdén—. Solo son animales con delirios de grandeza.

Megatron lo interrumpió con un gesto autoritario. —Porque saben moverse entre las sombras de esta ciudad mejor que nadie. Ellos son nuestros ojos y oídos en Zebuth City. Subestimar a tus herramientas, Starscream, es un error que no podemos permitirnos.

[En un rincón, Ibuki escuchó a Megatron sin mostrar emociones. Sabía que, a pesar de la aparente alianza, los Decepticons no veían a los Shishigumi como iguales. Para los Decepticons, los leones eran solo una extensión de su poder, una pieza más en su maquinaria de guerra.]

Blitzwing: —¿Qué hay de los autobots? ¿Cuál será su reacción cuando vean a estos felinos trabajando para nosotros? —preguntó, con un tono burlón, mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

Soundwave, con su voz mecánica y fría, respondió sin apartar la vista de la consola. —Probablemente intentarán usar la moral contra nosotros. Pero eso no importa. Operación: colaboración continuará según lo planeado.

Ibuki levantó una ceja, sintiéndose una pieza en un tablero más grande. —Los Autobots no entienden lo que significa sobrevivir. No como nosotros. Ellos luchan por ideales, pero aquí... se lucha por la vida misma.

[Mientras la conversación continuaba, los Shishigumi se movían por la base, observando y analizando cada rincón. Aunque estaban "aliados" con los Decepticons, no dejaban de ser los cazadores astutos que siempre habían sido, conscientes de que esta unión no era más que un medio para un fin.]

Megatron: —Recuerden esto, leones. Mientras sigan siendo útiles, tendrán un lugar aquí. Pero una vez que esa utilidad termine, no dudaré en aplastarlos como a cualquier otra criatura insignificante.

Ibuki sonrió con una confianza casi desafiante. —Lo mismo podría decirse de ustedes, Megatron. La utilidad es lo único que mantiene viva esta alianza. No olviden que, al final, los leones no siguen a nadie por mucho tiempo.

[La tensión flotaba en el aire, una cuerda tirante entre dos fuerzas poderosas. Mientras los Decepticons planeaban su próxima ofensiva y los Shishigumi observaban desde las sombras, la frágil alianza entre metal y carne se mantenía en equilibrio, lista para romperse al menor movimiento en falso.]

El tiempo diría si esta alianza se convertiría en su fortaleza... o en su perdición.

trasfomers x  beastars of Steel and Hearts of IronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora