EL VIAJE INTERIOR

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Ahora, visualiza un camino que se extiende ante ti. Este camino representa tu vida, con sus giros, altibajos y momentos significativos. A medida que avanzas, te encuentras con diferentes etapas de tu vida: tu infancia, donde la curiosidad y la inocencia predominaban; tu adolescencia, llena de descubrimientos y desafíos; y tu vida adulta, en la que has tomado decisiones que te han llevado a donde estás hoy.
En cada etapa, detente un momento. Reflexiona sobre lo que has aprendido, las personas que has conocido y las experiencias que te han moldeado. ¿Qué momentos te han traído alegría? ¿Cuáles te han enseñado lecciones valiosas?
A medida que continúas tu viaje, imagina que llevas contigo una mochila. En ella, guarda tus sueños, tus miedos y tus esperanzas. ¿Qué cosas te gustaría dejar atrás? ¿Qué nuevas metas te gustaría añadir a tu mochila?
Finalmente, llegas a un claro en el bosque o a la orilla del mar. Aquí, siéntate y permite que la paz te rodee. Agradece por cada paso que has dado y por cada experiencia que te ha hecho más fuerte. Este viaje interior es solo el comienzo de un camino hacia el autodescubrimiento y el crecimiento continuo.
Tú eres la única luz que puede hacer que tus miedos y pensamientos negativos se vayan, así como la tristeza y la incapacidad de ver las cosas que uno mismo tiene.
Yo diría que deberíamos querernos tal y como somos, porque, piénsalo por un momento:
Si no os queréis, ¿cómo os van a querer y cómo podéis querer a los demás? Lo primero que debemos hacer es reconocer las cosas buenas que tenemos y dejar de tratarnos mal de vez en cuando. Imagino que habréis hecho esto sin querer, yo también me incluyo.

CRUDA REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora