UNA AMISTAD REFLEJADA

2 0 0
                                    

Hace años conocí a tres grandes personas: Angy y sus padres, Mari y Antonio. Quería agradecerles por todas sus buenas vibras y, de alguna manera, hacer que creyeran en Dios. Yo sabía que Él existía, pero no creía. No era consciente de las buenas obras que había hecho; cuando sufrimos, somos incapaces de ver las cosas.
También quiero deciros que tenéis que hacer todo lo posible por ser felices, porque nadie lo hará mejor que uno mismo. Los sueños se pueden lograr si se lucha verdaderamente. Yo estoy luchando por intentar superar muchas cosas, como por ejemplo la depresión y las malas vibras.
Mi sueño sería poder ayudar a mis queridos oyentes a que tengáis el poder de vuestra vida, que nadie os diga lo que tenéis que hacer. No hay que dejar que nadie os machaque, porque con uno mismo ya tenemos bastante.
La verdad es que quisiera que abandonaseis vuestros miedos y los compartieseis con quienes verdaderamente confiáis.
Sé muy bien lo que es la depresión, porque yo en su día también la tuve; aun la tengo, pero voy poco a poco. Si veis a algún ser querido que esté pasando por un mal momento, habladles, no los dejéis solos, se sufre muchísimo.
Con el tiempo se demuestra que nadie es genial, ¿sabéis?, porque nadie es perfecto, no existe.
Algunas personas nos lo dicen, pero nos mienten. Estamos en una sociedad muy mala, donde constantemente estamos en guerra y en un extremo odio hacia nosotros mismos, y os voy a decir la verdad. Sé que duele escucharlo, pero no hagáis caso a la sociedad; viviremos mejor si pensamos en lo magnífica que a veces es nuestra vida.
Sí, quizás venís a leer estas palabras para no sentiros solos ni solas. Realmente no estamos solos; Dios perdonó lo imperdonable a sus asesinos.
Él está siempre a nuestro lado. Quisiera que pensarais que algún pedacito de vuestro ser querido que ya no está, está con Él. Confiad en mí.

CRUDA REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora