Jake Mate (En proceso)

Capítulo 6

Catherine

Me encuentro en mi oficina pensando en una nueva inversión, a decir verdad esto de los negocios es arriesgado porque nunca sabes cuando le juego puede estar a tu desventaja.

Decido llamar a Stephen para hablar sobre mi nueva idea. Creo que es una de esas cosas que mi padre diría que podría arruinar a la familia, pero ya hice mis cálculos y aunque la inversión será una suma cuestionable, las ganancias se verán a los días.

—Mi señora, es agradable recibir su llamada. Permítame decirle que resolvimos el problema con el traidor —Dice Stephen y yo aunque no estaba interesada en saberlo, me quedo más tranquila.

—Llamo para hablar contigo acerca de un proyecto que tengo en mente —Hago una pausa —Quiero abrir un club aquí.

—Pero recientemente su padre...

—Este será muy diferente a todos los que hayamos tenido, tendrá algo más especial —Lo interrumpo.

—¿Qué sería eso de especial? —Pregunta.

—Quiero que este inspirado en los pecados capitales y el infierno —Procedo a explicar mi idea —Cada piso puede tener uno o dos pecados, depender de cada pecado el ambiente se basará en ellos. Este lugar atraerá a diferentes personas poderosas.

—Mi señora, sigo creyendo que es arriesgado pero estoy a sus órdenes.

—Deja a alguien a cargo de todo, enviaré mi Jeep privado a buscarte para hablar mejor y trae a un arquitecto —Corto la llamada y me levanto de mi asiento para salir de mi oficina.

Camino a la sala, me encuentro con mi esposo y Gregory sentados en el sofá ingiriendo un poco de ron. Saludo a su amigo y me limito a tomar mi cartera e irme, antes de llegar a la puerta escucho a Vladimir llamarme y me volteo a verlo.

—¿No crees que esta muy corta? —Pregunta con seriedad.

Miro mi ropa y luego a él. No puedo creer que se atreve a cuestionar mi forma de vestir cuando soy una mujer adulta que sabe lo que hace y es responsable de sus acciones.

—¿Qué?, ¿Hablas de mi falda o tu pene? —Respondo con otra pregunta y fingiendo demencia, algo que parece molestarle.

Aunque debo admitir que su pene no tiene nada de corto.

—Eres... ¿Por qué mejor no te vas a la verga? —Me felicito a mi misma por hacerlo molestar tan fácilmente.

—Lo haré señor ego dolido, solo que no a tu verga —Me volteo para abrir la puerta, puedo escuchar a Gregory estallar de risa y a mí querido esposo maldecir.

Cruzo la puerta y tengo la intención de terminarla de cerrar, pero escuchar a Vladimir hablar hace que me espere unos segundos.

—Las mujeres son irritantes y molestas —En ese momento abro la puerta y hago aparición nuevamente solo para decir.

—Pero como te gusta estar con ellas y follarlas, es muy irónico como dependes de ellas para correrte —Nuevamente su amigo no soporta la risa y yo doy por terminada mi tarea.

Agradezco mi rapidez, debido a que tan pronto cerré la puerta escuché como estalló y se hizo añicos una botella de vidrio que fue estampada con fuerza. Me apresuro a subir a mi auto y conducir al centro comercial donde estan las chicas esperándome.

Tal vez no es tan aburrido ser la esposa de Vladimir.

Al llegar al centro comercial recorro unas tiendas hasta encontrarme con mis amigas a excepción de mi prima, quien no logro ver en ningún lugar de la tienda.