La rutina de siempre en vacaciones había llegado. Harry se sentía todavía más ahogado entre las paredes de ese lugar que lo hizo así. No los iba a responsabilizar de sus acciones en contra de Draco Malfoy, pero la rabia de no haber tenido una infancia normal había incrementado.
Extrañaba a Ron, extrañaba a Hermione. Quería hacer algo para disculparse con Draco, pero no podría.
Se sentía patético.
Hacer las tareas a escondidas era lo único bueno de todo ese desastre. Podía recordar sus días en Hogwarts, incluso si las hacía muy entrada la noche.
Lo único cercado a saber algo de sus amigos fue una llamada de Ron al teléfono. La mala suerte de Harry simplemente hizo que tío Vernon respondiera. No le importó que el hombre se haya puesto histérico, se sentía decepcionado de no poder hablar con Ron o que Hermione tiempo después no intentara llamar.
Hoy era su cumpleaños numero trece. Era la una de la mañana y acaba de avanzar un poco en su trabajo de historia de la magia. Cumplía trece y estaba solo. No por mucho, porque Errol, la lechuza de los Weasley, que traía la primera tarjeta de cumpleaños que había recibido en la vida junto a noticias de los Weasley ganando un premio y viajando a Egipto. Harry pensó que nadie se merecía ese premio como la familia de Ron, que eran tan amables de corazón.
La carta de Hermione por un momento bajó los ánimos de Harry. Algo dentro de él se removió incomodo al saber que la chica pasó muchos días en la mansión Malfoy... un lugar donde estaba Lucius malfoy, un hombre que había ganado su odio con una simple conversación luego de la petrificación de Draco.
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Querido Harry:
Ron me escribió y me contó lo de su conversación telefónica con tu tío Vernon. Espero que estés bien.
Al momento que te escribo esta carta, estoy de regreso a mi casa. Draco me invitó a pasar unos días en su casa junto a Millie y Luna. Fue interesante conocer mucho más la cultura sangre pura y las costumbres de Draco. Tiene un horario muy particular. Las comidas se sirven siempre a la misma hora y tiene una biblioteca enorme. Hay tanto por decir de esas experiencias, pero no quiero abrumarte con esas cosas. Realmente estaba preocupada por no saber como enviarte tu regalo, pero vino Hedwig a salvarme. Creo que quería asegurarse de que, para variar, recibías un regalo de cumpleaños. El regalo te lo he comprado con ayuda de Draco. Él me sugirió la idea y la pedimos juntos por catalogo vía lechuza, espero te guste.
Vi en el profeta (me he suscrito, hay que estar al tanto de lo que ocurre en el mundo mágico) ¿has visto la foto que salió de Ron y su familia? Apuesto que ha estado aprendiendo demasiado, me muero de envidia, pero no demasiado. También tuve mi propio momento para aprender de la cultura mágica de Gran Bretaña. Draco tiene libros de más de un siglo de antigüedad en su enorme biblioteca. Tuve que reescribir la tarea de la Historia de la Magia con toda aquella información exclusiva que me dejó manipular. Eso sí, Draco es muy duro cuando se trata de cuidar reliquias familiares ¿puedes creerlo? Me hizo lavarme las manos antes de poder leer un libro viejo de costumbre para brujas sangre puras.
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Harry Potter: El niño que vivió para amar a Draco Malfoy
FanfictionHarry siempre consideró a Draco malfoy alguien brillante. Literalmente brillante. Un niño de su edad. Rubio, rostro que quiere creer es pálido y no de un sonrojo marcado que contrasta con lo blanco de su piel, nariz puntiaguda, como mucha de sus fac...