Senju miraba nerviosa la puerta, sabiendo que Mikey podía regresar en cualquier momento...
Rinduo sonrió, inclinándose levemente hacia ella.
—Es evidente que lo amas aún ...(Dijo dejando cierto espacio de silencio)
Desde pequeños siempre te vi siguiendo sus pasos, y ahora... aquí estás, atrapada por él profundamente.Senju lo miró confundida, sin saber si debía confiar en él. -¿Qué sabes tú de eso? No me conoces...-
Rinduo soltó una risa baja, inclinando la cabeza. -No sé todo... pero sí lo suficiente y no soy el único...
Azul también lo sabe.Senju frunció el ceño al escuchar el nombre de la mujer. -¿Qué tiene que ver Azul en todo esto?
Antes de que pudiera responder, la puerta se abrió de golpe, y Mikey apareció en el umbral con una expresión fría.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó mientras que su voz helada llenó el cuarto de ecos
Senju se tensó al ver a Mikey parado en la puerta. Su mirada era impenetrable, como si estuviera evaluando cada detalle de la escena. Rinduo mantuvo la calma, como si la aparición repentina de Mikey no lo intimidara en absoluto aunque sabía que era todo lo contrario
—No pasa nada, jefe —dijo Rinduo, esbozando una ligera sonrisa—. Sólo estábamos charlando un poco para pasar el tiempo
Mikey solo ignoró por completo lo que dijo rindió mientras que, sus ojos estaban fijos en Senju. Sin más dio unos pasos hacia ella, y el sonido de sus botas resonaba en la silenciosa habitación. La tensión en el aire era palpable.
-¿Te permiti que hablaras con ella? -preguntó Mikey, su voz baja pero amenazante.
Senju sintió cómo su corazón latía con fuerza. Aunque Mikey no lo mostraba, sabía que algo lo había alterado. Se preguntó qué había sucedido con Azul...
¿Que tenia que ver ella en todo esto? ¿Por qué estaba tan molesto?—Mikey, no le hice nada -intervino Rinduo, encogiéndose de hombros con una actitud despreocupada- Pero quizá deberías preguntarte si realmente confías en los que te rodean.
Mikey entrecerró los ojos, claramente irritado por el comentario de su subordinado. Senju quiso intervenir, pero las palabras se le quedaban atrapadas en la garganta mientras que veía todo y su sangre se congelaba
-Sal de aquí, Rinduo -ordenó Mikey, sin apartar la vista de Senju.
Rinduo hizo una pequeña reverencia, pero antes de salir, se giró hacia Senju. -Ten cuidado con lo que deseas -murmuró en un tono que sólo ella pudo escuchar.
Cuando la puerta se cerró detrás de él, Mikey dio un paso más hacia Senju, acercándose lo suficiente como para que ella sintiera su respiración. El silencio era aún más denso ahora.
-¿Qué te ha dicho Rinduo? -preguntó Mikey, su tono más suave, pero cargado de algo que Senju no pudo identificar.
Senju tragó saliva, sintiendo cómo su rostro se calentaba nuevamente. -Nada importante... sólo... pequeñas cosas.
Mikey la miró con intensidad, como si pudiera leerla. -No me mientas, Senju.
Senju sintió un nudo en el estómago. Sabía que no debía desafiar a Mikey, pero algo dentro de ella se rebelaba contra esa sensación de control.
-Mikey... ¿por qué me tienes aquí? -preguntó finalmente, su voz temblorosa—. No entiendo qué esperas de mí.
Mikey suspiró, desviando la mirada por un breve instante antes de volver a enfocarse en ella.
-Te tengo aquí porque no quiero perderte otra vez -dijo en voz baja- No lo entiendes, pero no puedo arriesgarme a que te vayas. No después de todo lo que he hecho para protegerte.
Senju lo miró, perpleja. -¿Protegerme? ¿De qué estás hablando?
Mikey se acercó aún más, tomando su rostro entre sus manos. Senju sintió el calor de su piel, y aunque parte de ella quería retroceder, no pudo moverse.
-No te imaginas cuántas personas me odian... cuántas estarían dispuestas a hacerte daño solo por lastimarme a mí -murmuró Mikey, su voz tensa-. Pero mientras estés aquí, conmigo, no te tocarán.
Senju parpadeó, procesando sus palabras. ¿Era eso lo que Mikey había estado tratando de decirle todo este tiempo? ¿Era realmente su forma de protegerla, o simplemente otra excusa para justificar su posesividad?
-Mikey... -susurró Senju, sintiendo que su corazón se aceleraba-Yo...
Pero antes de que pudiera continuar, la puerta volvió a abrirse, esta vez con un golpe fuerte. Azul estaba de pie en el umbral, su mirada fulminante, claramente furiosa.
-¿Así que esta es la razón por la que no quieres verme? -dijo con furia en la voz—. ¿Por ella?
Senju sintió cómo el ambiente se tensaba aún más mientras Mikey la soltaba y se giraba hacia Azul, su expresión fría y sin emoción.
-Azul, no tienes idea de lo que estás diciendo mejor lárgate -respondió Mikey, con la misma calma helada—esto No es tu asunto.
Azul dio un paso hacia dentro, sus ojos llenos de ira. -Claro que es mi asunto. No puedes pretender tenerlo todo, Mikey además soy tu comprometida MANJIRO
ESTÁS LEYENDO
La Luz De La Luna
FantasyUna historia dónde se cuenta la vida de senju karawaki quien sufrirá,rogara,y será alguien más que contiene dos caras para darse cuenta que no todo es como parese . Manjiro sano un hombre que se enamora de ella a la primera pero se niega rotundament...