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El colchón suave golpeó contra su espalda. Por la suavidad de primera clase contra su piel, Fourth pudo adivinar que posiblemente estaban en una suite, era claro que estaban en el cuarto del alfa.

—Te traeré agua, ya hablé con mis hombres para que traigan inhibidores, ¿cuál es el que usualmente tomas? —preguntó Gemini mientras ponía una distancia considerable entre él y el omega. Podría estar en un mundo muy turbio, pero jamás hizo uso de su autoridad para abusar de otros injustamente. Como si no hubiera salido nada de su boca, Fourth lo ignoro deliberadamente para poner sus brazos alrededor del cuello del otro.

—Solo te quiero a ti —susurró en su oído. Haciendo que Gemini tragara fuertemente, realmente lo ponía en una situación difícil.

Desde que se presentó como un Alfa Gama, el turco estaba acostumbrado a este tipo de situaciones difíciles. Muchos omegas provocaban un celo para captar la atención de él, su resistencia pudo salvarlo de muchos infortunios; sin embargo, sabía que no era la culpa del joven frente a él, o eso esperaba.

Era la segunda vez que se encontraba con el joven de ojos grises, era una coincidencia muy extraña. Gemini tenía que poner sus sentidos al tope en ese tipo de situaciones, no le sorprendería si el omega sabía de su identidad y todo eso fuera planeado para aprovecharse de la familia Hasmet. Decidió no pensar en eso y dirigir sus pensamientos lejos de su familia, pensar en eso hacia qué su alfa se enojara y no quería lastimar al chico frente a él.

Pero antes de que se pudiera retirar, su paso fue detenido por un fuerte aroma embriagante. Era una esencia fuerte, olía a una combinación extraña entre algo dulce y familiar.

El olor le recordó a su infancia, cuando corría por los tulipanes de su madre acompañado de sus primos, al olor de su hogar y su platillo favorito cocinado por su büyükanne. Le recordó a la colonia de su padre cuando estaban todos juntos, disfrutando momentos en una armonía familiar, momentos únicos donde se alejaban de la sangre que rodeaba a su familia. Un arcoíris de olores de los pocos momentos más felices de Gemini lo inundaron en una milésima de segundo. Nunca había experimentado nada como eso.

Su respiración tembló por un segundo al darse cuenta que era el olor puro del omega.

—Por favor —volvió a susurrar el omega en sus brazos. El olor inundó rápidamente todos los sentidos de Gemini, cegando su mente, con una respiración irregular se acercó lentamente al omega. Una parte de él sabía que su alfa estaba estudiando al castaño para determinar si era un compañero digno o no. Cuando su alfa ronroneó en aprobación, atacó la boca del chico frente a él.

De manera gustosa Fourth le dio paso libre en su boca, los labios del alfa del hombre eran absolutamente lo mejor que había probado en su vida. De manera experta lograron hacer temblar sus piernas y dormir sus sentidos, Gemini recorrió con su lengua el borde de los labios del omega. Las manos del alfa empezaron a hacer masajes en su cuello, bajándolas lentamente para parar en los pezones del omega.

Con un cierre en sus dedos los apretó ligeramente, provocando un jadeo en respuesta, el cual solo dio paso libre a la lengua de Gemini para conquistar en totalidad la boca del omega. El castaño empezó a tener dificultades en su respiración, realmente ese alfa lo estaba devorando con una maestría increíble.

—Ngh —gimió Fourth cuando el alfa trasladó su lengua a su pecho, succionando fuertemente sus pezones sobre la camisa. Inmediatamente sintió un líquido resbaladizo entre sus muslos, el olor era embriagante para Gemini.

Su alfa ganó a su sentido y con una fuerza bruta rompió los pantalones del omega, dirigiendo sus dígitos al agujero de Fourth. Mientras abría su camisa para probar por completo los pezones del chico—los cuales ya estaban alzados y rojos por la excitación— presionó sus dedos ligeramente sobre el bóxer del chico.

mafia roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora