De todas las bebidas alcohólicas, mi favorita es el tequila. Cuanto más barato y añejo, mejor. Ese sabor horrible junto con la sensación de quemadura es justo lo que mi viejo yo necesita. Doy un trago directo de la botella, fondo, sin respirar. Solo me detengo cuando la anciana que vino a mi oficina me arrebata la botella.
—Alguien de tu edad no debería tomar tanto —dice, mientras se limpia las lágrimas—. Dios mío, mírate, ¿cuánto tiempo llevas...?
Se detiene cuando siente el frío de mi arma en su frente.
—Hay un límite para mi paciencia, niña. Si no crees que soy el hombre que buscas, entonces lárgate.
Guardé el arma, le arrebaté mi botella y volví a sentarme, mirándola directo a los ojos, buscando su alma. Parece que sintió eso que algunos llaman "intención asesina", estupideces, diría yo.
—Mi nieto... desapareció hace unos meses —saqué mi libreta y empecé a escribir—. Lo buscamos por todas partes, pero nunca lo encontramos. Yo rezaba a la virgencita para que...
—Al grano, niña.
La anciana me miró sorprendida, su boca tembló por un rato.
—Hace como un mes lo encontraron —las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas—. En una fosa común.
Dejé de escuchar. La misma historia de siempre: gente desapareciendo para no volver. No tengo ganas de meterme con un cartel o algo así. Eso me traería más problemas de los que quiero, especialmente ahora que por fin me dejaron en paz.
Me levanté y caminé directo hacia la puerta; ya me había acabado la botella. Bajaré al bar para conseguir otra. Parece que la anciana cree que no la ayudaré, por los gritos que escucho. No se equivoca.
—¡ESTABA POR TODAS PARTES, MI POBRE MUCHACHO! —Se había derrumbado en el suelo a gritar—. ¡MI POBRE NIÑO, LO VIOLARON Y DESMEM...!
La misma historia de siempre. Me repetía: “Solo aceptas trabajos grandes”. Me repetía: “Si das media vuelta, no podrás negarte”.
—Lo investigaré, pero no será mi prioridad.
—¡TODO! —Ahora la anciana se aferraba a mis piernas—. ¡LE DARÉ TODO SI ME TRAE AL DESGRACIADO QUE ME QUITÓ A MI TESORO!
—Una semana como máximo —la aparté de una patada—. Tenga mi dinero cuanto antes.
Tomé mis cosas y la dejé sola en mi oficina. Me haré el loco un rato y luego le diré que no fui capaz de cumplir con la solicitud. Esta fama de mercenario que hace todo por dinero me está trayendo trabajos mediocres. Si esto sigue así, me veré obligado a regresar al narco con la cola entre las patas. Qué humillante.
—Buenos días, In...
—Interroga a la vieja y hazme un resumen. Contáctame cuando termines. Me largo al burdel.
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Las sobredosis te destruyen el cuerpo desde adentro. Las odio, pero es la única manera de intoxicarme, de llegar más allá del maldito límite, o no sentiré nada. Más allá de lo físico, me ponen emocional, me facilitan la existencia, pero afloran memorias pasadas que preferiría olvidar. Hace dos días y medio, en medio de mi sobredosis diaria, recibí la historia completa y sin detalles innecesarios de esa anciana.
Y no pude evitarlo. Ahora estoy aquí, en la habitación de un político medio importante mientras él se encuentra fornicando, sin darse cuenta de mi presencia. Observo la habitación: lujosa, pero no es mi estilo. Miro los cuadros: tiene familia, una esposa y tres hijos. Aunque la mujer de esta foto no concuerda con ninguna de las dos con las que está gimiendo ahora mismo. Un pecado más a la lista, supongo. Mi mirada baila entre la habitación y aquella escena hasta que veo un mini refrigerador, y pienso: ¿por qué no? Ya me había acabado la botella que llevaba conmigo.
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Historias paralelas de Universos paralelos
Science FictionMás allá del espacio y tiempo se encuentra un árbol, donde cada mundo en el verso son sus hojas y donde cada raíz en una línea temporal diferente. Aquí, donde lo imposible es posible, te adentras en lo desconocido en busca de mundos diferentes. ATTE...