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*Si no es mucha molestia comenten plis en cada capítulo de la historia y no sean lectores o lectoras fantasmas, se los agradecería mucho*
Prólogo: Mansión Malfoy
7 de noviembre 1983
Lucius Malfoy se encontraba en su oficina haciendo papeleo, complementando algunos pedidos mientras miraba a su pequeña hija Aurora de 4 años que permanecía sentanda en el sillon, absorta dibujando; de vez en cuando asegurándose de que no estaba causando ningún problema. A pesar de eso, disfrutaba de tenerla allí. Era tranquila y se comportaba bien, no exigía atención como Draco solia hacerlo. Fue un cambio agradable tener una niñita suave y dulce en la habitación. Continuo trabajando hasta que Regulus Black entra al cuarto.
Lucius, hay malas noticias -entra el menor de los Black a la habitación, cerrando la puerta detras de él-
-Lucius lo miro con una ceja levantada. Inmediatamente supo que Black no había entrado allí sin una razón- Déjame adivinar, Voldemort nos ha convocado -dijo sentándose derecho en su silla-
No, es algo peor que el Señor Oscuro -nego con la cabeza- Y no te va a gustar lo que te tengo que decir a continuación -trago saliva-
-Fruncio el ceño ligeramente Malfoy, curioso por saber que podría ser peor que el Señor Oscuro. Tenía la sensación de que era algo malo, dado lo sombrío que parecía Regulus- ¿Qué pasa entonces? Date prisa y dilo antes de que pierda la paciencia y te lanze un crucio, Black
