ᴀʟᴀɴ ɴᴀᴠᴀʀʀᴏ x ᴏᴄ ғᴇᴍᴀʟᴇ
✦ 𝔻𝔼 𝕍𝕀𝔸𝕁𝔼 ℂ𝕆ℕ 𝕃𝕆𝕊 𝔻𝔼ℝ𝔹𝔼ℤ ✦
Los Derbez jamás han convivido tanto tiempo como Eugenio quisiera... Oh eso era antes.
1 llamada, 1 plan y 1 gran cena pueden cambiarlo todo.
Eugenio Derbez le propone a...
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Habían pasado 2 días Desde aquella cena familiar, y en esos dos días Astrid trataba de averiguar que haría a continuación, una gran parte de ella que quería decirle a su padre cualquier excusa que la liberará de tener que viajar con ellos durante todo un mes.
Y luego estaba esa pequeña parte de ella dónde le decía que todo iría bien y que debería darle una oportunidad a su padre, que dejará que su niña interior disfrutará estar reunida con su padre y hermanos.
Todos sus malos pensamientos se vieron interrumpidos por ciertos primos Leyva quienes se estaban gritando y empujando para hacer perder al contrario, en uno de sus tantos juegos.
—Ja!... Te gané Alan!— Freddy gritó con emoción mientras comenzaba a hacer un baile ridículo por su victoria, haciendo que Astrid salga de sus pensamientos al escuchar los quejidos de su novio.
—¿Qué?— Murmuró Astrid bastante confundida mientras veía a su novio hacer un pequeño berrinche.
—Me ha ganado... Estoy seguro de que hizo trampa!— Soltó Alan entre berrinches antes de ver a su chica algo confundido... Ella siempre se ríe de sus payasadas. —Estás bien Sof?
—¿Eh?— La chica parpadea un poco confundida antes de sonreír de forma apenada. —Si, estoy bien Alan.
—Estás más callada de lo normal Sofi— Concordó Freddy antes de hacer una cara algo extraña. —No me digas que estás embarazada..
—¿¡¡Qué?!!— Gritaron Alan y Astrid más que asombrados antes de que el chico vea hacia el vientre de su novia.
—A-acaso tú...— Alan señaló al vientre de su novia más que asustado y ciertamente estaba en shock.
Astrid Y Freddy compartieron una mirada alarmada, antes de que él rostro de la pelinegra se volviera completamente rojo.
—N-no!!... No yo, tu— Siguió hablando Astrid bastante nerviosa y Freddy trataba de calmarse y a Alan quien también estaba igual de ansioso.
—¿S-segura?— Preguntó Alan aún bastante sorprendido.
—¡Sí!— Gritó Astrid aún algo asustada. —Les juro que no hay bebé alguno en mi interior.
Después de decir eso, ambos primos suspiraron con cierto alivió ante esa afirmativa.
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Ya era de noche y está vez se estaban quedando en el departamento de Alan, quién estaba mas que felíz por tener a su chica solo para él, después de tanto tiempo.
—¿Estás bien?... Y no me digas que sí porque has estado más que callada por dos días y eso no es muy normal en tí— Alan le respondió a su novia en un tono serio mientras se metía en su cama para estar con su novia.
—Alan... Tenemos que hablar.
En cuanto el chico escuchó esas palabras vió con algo de temor a su novia y soltó las primeras palabras que se le vinieron a la mente. —No me puedes dejar... Estoy embarazado!
En cuánto Astrid escucho eso, comenzó a reír un tanto incredula antes de besar su mejilla y calmar su risa. —¿Embarazado?
—Si— Murmuró Alan en un tono un poco infantil, mientras se pegaba más a asu novia. —Ya tengo mi pancita... Acaso no se nota?
Astrid negó un poco divertida y besó con suavidad su pecho, exactamente en dónde se encontraba su corazón. —Yo te amo, y te amaré aún cuando estés embarazado y gordito.
Alan sonrió con ternura y amor al escuchar sus palabras y beso con suavidad su frente. —Sabes que aún así deberás decirme que te pasa... ¿Cierto?
—Cuando fuimos a la cena... Mi papá habló de un viaje— Astrid comenzó a contarle a su novio un poco nerviosa. —Quiere que vayamos a Marruecos por un mes y nos filmarían.
—¿Y eso te molesta?— Preguntó Alan un tanto confundido.
—Quiero, que vayas conmigo— Soltó bastante nerviosa, pero era mejor decirlo de una vez. —Se que teníamos un viaje planeado, pero no sé me emociona mucho este viaje y quiero que estés a mi lado, sería nuestro primer viaje juntos Desde que volví aquí, contigo...
La pareja estaba en aquella cama abrazada con ternura, mientras nuestra querida Astrid se moría de los nervios, sobre pensando de más las cosas.
—Por tí iría al fin del mundo— Alan le respondió a su novia con ternura. —Y no se, será un poco extraño que nos graven todo el tiempo, pero quiero que tengas a tu familia reunida y yo quiero pasar tanto tiempo contigo como me sea posible Astrid.
—Pero... Y nuestro viaje?— Preguntó Astrid un poco insegura.
—Ese viaje podrá esperar— Alan le aclaró con dulzura. —Tendremos, la navidad y más fechas para tener nuestro viaje... Podríamos ir a una playa, y me verías usando trajes de baño.
Mientras Alan decía eso, iba acortando la distancia entre ambos rostros, antes de fundirse en un tierno beso, sellando así la promesa que de ser necesario se seguirían al fin del mundo.
Y lo más importante, Alan acompañaría a su hermosa novia a ese viaje a Marruecos con su familia.
Después de todo... ¿Qué podría salir mal en ese viaje?
