Heartbreak of Feathers(Max Miller)

1.El comienzo de algo nuevo

El sol brillaba con fuerza esa tarde, iluminando cada rincón de la Academia Greenhouse. Max Miller se ajustó la chaqueta del uniforme de los Cuervos, mientras caminaba hacia el patio principal, donde se llevaría a cabo la ceremonia de iniciación para los nuevos estudiantes. No estaba de muy buen humor, ya que acababa de hablar con Jackie y como siempre, se habían peleado. Aun así, puso su mejor sonrisa ya que era el día de recibir a los nuevos miembros.

Los compañeros de la Casa de los Cuervos estaban reunidos bajo la sombra de los enormes árboles que bordeaban el campus, hablando en susurros, evaluando a los recién llegados. Max nunca había sido uno de esos chicos que analizaban a todos con ojos críticos. Él era más del tipo que intentaba que los demás se sintieran bienvenidos, sobre todo porque sabía lo difícil que podía ser adaptarse a un nuevo lugar.

—¡Max! —gritó Leo, el capitán de su equipo, agitando los brazos desde la multitud. Max le devolvió el saludo y se dirigió hacia él, sintiendo ya la energía familiar de su entorno.

—¿Nervioso por los nuevos? —preguntó Max, dándole un golpe amistoso en el hombro.

—Yo no, pero tú deberías estarlo. Creo que te asignaron a alguien —dijo Leo, levantando las cejas.

Max frunció el ceño, sin entender del todo a qué se refería. Pero no tuvo tiempo de preguntar, porque en ese momento Louis tomó el micrófono para comenzar la ceremonia.

—¡Bienvenidos a Greenhouse! —anunció con su habitual voz clara y autoritaria—. Hoy es un día especial, porque no solo recibimos a los nuevos estudiantes, sino que también comenzamos una nueva etapa de retos, aprendizajes y... alianzas.

Mientras el director continuaba su discurso, Max miraba distraídamente a su alrededor, observando los rostros nuevos. Fue entonces cuando la vio. A unos metros de distancia, una chica con el cabello negro, ligeramente ondulado, y una expresión mezcla de curiosidad y nerviosismo, permanecía de pie, apartada del resto. Su uniforme de los Cuervos estaba impecable, pero parecía fuera de lugar, como si estuviera buscando un punto de referencia.

Sin saber por qué, Max sintió la necesidad de acercarse. Quizás era esa sensación familiar de ver a alguien que necesitaba una mano amiga, algo que él entendía bien. O quizás, simplemente, había algo en ella que le llamaba la atención. Antes de que pudiera moverse, el director llamó a los mentores de cada grupo de nuevos.

—Max Miller, tú serás el mentor de  Charlotte Smith.

El nombre resonó en sus oídos justo cuando la chica levantó la vista y lo miró directamente. Sus ojos, de un color oscuro, se cruzaron con los suyos por un breve instante, lo suficiente para que Max sintiera que la ceremonia había desaparecido a su alrededor.

"Charlotte Smith", pensó. Así que ella era la chica nueva.

Sonrió, intentando parecer relajado, y caminó hacia ella mientras la multitud empezaba a dispersarse para la parte práctica de la iniciación.

—Hola, soy Max —dijo cuando llegó a su lado—. Parece que soy tu mentor.

Charlotte le devolvió una sonrisa tímida, pero sincera.

—Hola, Max. Creo que me vendrá bien un mentor.

Hubo un breve silencio entre ellos, pero no era incómodo. Max notó que Charlotte miraba a su alrededor, como si intentara memorizar cada detalle del lugar, mientras él la observaba a ella, preguntándose qué historia traía consigo.

—Entonces... —dijo Max, rompiendo el silencio—. ¿Lista para ver de qué se trata realmente Greenhouse?

Charlotte rió suavemente, relajando un poco su postura.

—Tanto como puedo estarlo.

Max asintió y le hizo un gesto para que lo siguiera, mientras ambos se unían al grupo de estudiantes que se dirigían hacia el campo donde comenzaría la verdadera prueba de la ceremonia de iniciación. Mientras caminaban juntos, Max no podía evitar sentir que este encuentro, esta nueva alianza, cambiaría mucho más de lo que ambos podían imaginar.