Me Enamoré De La Heroína (Me Enamore De La Villana AU)

capitulo 37

—abre las piernas corazón —

—e-espera claire~— nuevamente, no se como terminamos así, entre cuatro paredes  de un callejón mientras de mi boca sale una voz sumisa y Claire controla mi cuerpo a su voluntad y sin piedad,

—Shh no alces tanto la voz, recuerda que me prometiste que solo estarías para mí....no quiero que otros te escuchen— como un perro obediente cubrí mi boca  intentando no dejar salir ningún sonido, era imposible pero de alguna manera debía lograrlo, Claire siguio divirtiéndose conmigo hasta que mi cuerpo tenso logro relajarse y expulsarlo todo, me quedé temblando en sus brazos mientras ella acariciaba mi cabello y me daba pequeños besos, cuando finalmente pude reincorporarme la sonrisa algo burlona de Claire era lo único en lo que podía centrar mi mirada

—vamos a casa...es mi turno de burlarme —

—no me burló....solo que eres muy bella—

—si claro.... también quiero verte así princesa —

—creo que prefiero ser yo la que tiene la gloriosa vista de ti—

—tramposa...dios...con esa cara de ángel quien diría que tenías una habilidad con esas manos—

—soy Claire Francoise, como noble obtuve algunos conocimientos como parte de mi educación.... aunque quien diría que los terminaría usando en otra mujer — Claire río un poco y se colgó de mi brazo

—vamos a casa... Te dejare tener la visita que tanto deseas— Claire volvió a sonreír pícaramente, me pareció hermosa y solo asentí mientras mis mejillas también se ruborizaban

—vamos entonces — deshice las paredes y comenzamos a caminar hacia la casa, me detuve en una tienda de conciencia rápidamente

—y listó déjame pagar—

—¿Qué es todo esto?—

—comprare los dulces favoritos de Yuri...si lo sobornamos nos dejara la casa sola para nosotras — le di una sonrisa picara a Claire y ella respondió con la misma expresión

—si de acuerdo ¿Quieres que cargue algo? —

—no gastes tus fuerzas princesa—dije de manera coqueta mientras besaba su mano, reímos un poco y seguimos guardando las cosas en mi mochila para irnos, mientras seguíamos ahí en el autoservicio sentía la mirada de alguien sobre nosotras pero intenté ignorarlo mientras Claire y yo seguíamos en nuestros asuntos.

De la nada sentí un ligero empujón en mi espalda —¿Qué hacen las lesbianas lejos de su habitad natural?— era el idiota de Misaki  con una pequeña bandera trans pintada en su mejilla, me alegre por el de alguna manera, pero aún me sorprendía la confianza que tomo en solo una semana
—Shiko juraba que estarían en la marcha ¿Apenas van o ya se están llendo a casa?—

—ya nos vamos... tenemos cosas que hacer — vi como los ojos de Misaki se centraron en mi cuello y solo dio una sonrisa burlona

—vale ya entendí...las veo el lunes gays— Misaki se fue pero aún así no podía dejar de sentir las miradas sobre mi

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Pov Yuu
mientras mi madre y yo comprábamos el agua mis ojos no podían creer lo que veían, Rae y Claire pasaron frente a mi hablando y coqueteando entre si, ignorantes de su alrededor, no sabía que hacer, no sabía si era prudente acercarme a ellas o no cuando entonces la princesa manaria o alguien parecido se acercó a ellas también, quería acercarme a ellas pero entonces mi madre me tomo del hombro

—vamos Yuu, tu madre y hermanos nos esperan—

—ahh....madre yo....emmm, vi a unas chicas de mi escuela, iré a saludar —

—esta bien pero no tardes cariño— para cuando pude ir ellas ya habían salido del lugar y las vi alejarse entre la multitud, intenté seguirlas pero era inútil, me detuve ya que sinceramente ya estaba perdida, no sabía cómo regresar ni que hacer, no tenía idea de donde estaba ni como funcionaba este lugar, algo comenzó a vibrar y sonar dentro de la bolsa que mi madre me hizo llevar y era una especie de tabla con una cara de cristal que brillaba y vibraba, en la cara de cristal tenía escrito "madre" en un idioma diferente pero que por alguna razón podía leer, oprimi la parte que decía "responder" y entonces escuché su voz

—¿Querida donde estás? Te quedarás con tus amigas o volverás con nosotros?—

—v-volvere pero.... creo que me perdi—

—hay mi bebé, tu siempre has batallado para ubicarte, voy a buscarte ¿Por dónde estás?—

—no lo se—

—mandame tu ubicaci— deje de escuchar su voz y el cristal se volvió negro

—madre?...uhhh y ahora que hago?— suspiré sin saber que hacer y entonces me tocaron el hombro