Capítulo 1 -Diego-

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–¡Lodovica espera! Por favor vuelve aqui... Huir no solucionara nada. No te vayas...–Le pedí

–Vete Diego, no necesito nada de ti. No quiero tus mentiras, Infidelidades y malditos "te amo" que no son más que palabras–Se giró hacia mí. Su cara denotaba tristeza. Sus ojos húmedos me hacían saber que esto le estaba doliendo–Por favor vete Diego-Dijo sollozando y dejando caer unas lágrimas

–Lodovica no me hagas ésto, yo te amo y juro que esto es un error yo...–Me interrumpió.

–No quiero explicaciones, no quiero saber mas nada de ti. Vete Diego y aprende a valorar a las personas seguirás perdiendo a los que te aman como me perdiste a mí–Sin decir más dio media vuelta, agarró su valija y se fue caminando por aquel enorme aeropuerto dejandome pensativo, triste, sólo... "Aprende a valorar o seguirás perdiendo a los que te aman, como me perdiste a mi" esas palabras retumbaban en mis pensamientos. ¿como no supe abrir los ojos y ver la realidad?

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Abrí los ojos al sentir los rayos del sol en mi cara y me encontré en una habitación que no era la mia. Sentí un agudo dolor en mi cabeza y luego de unos segundos supe donde estaba.

La noche anterior había salido con amigos por lo que supuse que el dolor de cabeza era por el alcohol.

Busqué mis pantalones con la mirada y me levanté para poder buscarlos y ponermelos.

–¡Diego!–Escuché a Chiara llamarme desde el baño pero no le respondí–¿Diego ya estás despierto? Te dejé un poco de jugo de naranja y una pastilla sobre la mesa, supuse que tu cabeza te mataría cuando despertaras–Rió. Esa risa me tenía loco con tan solo escucharla–Muchas gracias Ara ¿sabes que eres la mejor?-

–Lo se Diego, eso es muy obvio–Su voz se notaba entusiasta y de buen humor.

Fui hasta el baño y la puerta entre abierta me dejó ver a mi mejor amiga frente al espejo, maquillandose para su último día de trabajo.

La abracé por la espalda haciendo que ella de un pequeño saltito por el susto

–¡Dios, Diego que imbécil eres! Me asustaste...-

–Uhm... vale lo siento tontita–Mis manos todavía estaban al rededor de su cintura. Puse mi cara entre el espacio entre su hombro y cuello–Que exquisito perfume Ara ¿Tan linda para ir al trabajo?–

–Si...Hoy es el último día y luego comienzan mis vacaciones, y ...compañero me invitó a comer–Se dió vuelta y bajó su mirada como pidiendo perdón–A ti..¿No te molesta verdad?–

–¡Me alegro por ti Chiara! Y claro que no me molesta.. Pero ten cuidado. No tendría por qué molestarme, tranquila– La verdad, me molestaba y mucho. No quería perder otra vez a la persona que amo.

Habían pasado tres años desde que Lodovica tomó ese avión. Durante 8 meses la busqué, llamé a su familia, amigos y conocidos pero nadie quiso decirme dónde estaba. Solo conseguía un "Lo siento, no puedo decirte nada"

Luego de dos meses Chiara entró a mi vida. Nos conocimos, empezamos a salir, hablar y a conocernos más. Teníamos muchos gustos en común.

Ahora ella es mi mejor amiga, la que sabe toda mi vida y yo la de ella.La que conoce mis miedos, mi pasado, mis pensamientos,mi cuerpo...

Este último lo conoce bastante bien. Hace cinco meses descubrimos que somos compatibles en el sexo.

Nos empezamos a acostar con la promesa de que nuestra relación de amistad nunca cambie y me di cuenta que yo ya no la miraba con ojos de amigo,sino que la empecé a ver como una mujer sexy, caliente, con cabello rubio hasta la cintura, labios carnosos y apetecibles, su cuerpo perfecto, ojos verdes y una sonrisa deslumbrante.. Estaba enamorado de ella.

–¿Diego me puedes llevar hoy al trabajo?–Chiara interrumpió mis pensamientos–Es que no quiero tomar el autobús o un taxy y la verdad es que...–La interrumpí

–Sí Ara, claro que puedo llevarte–

Me levanté de la silla y me dispuse a buscar mi chaqueta y las llaves del auto. Luego de 10 minutos esperaba a que ella bajara

–¡Chiara apurate que se hace tarde!– Le grité

–¡Ahora voy Diego!–escuché el sonido de sus zapatos en la escalera y unos instantes después ella estaba a mi lado–Listo. ¿Como me veo?–Dio una vuelta y me sonrió.El vestido rojo dejaba ver todas sus curvas. Tenía una chaqueta de color negro y zapatos negros que la hacían ver aún mas preciosa

–Eres simplemente hermosa Arita–La atraje hacia mí, le sonreí y besé su frente.–Te quiero–

–Gracias–bajó su mirada–Yo a ti Diego–

El día había pasado normal, luego de llevar a chiara al trabajo fui al mío. Al salir cerca del medio día fui a almorzar y quedé con unos amigos de ver unas películas por lo que a la tarde me encontraba en la casa de Teo donde la pasamos muy bien.

Por la noche fuí a mi departamento... otra noche en la que pensaría en Lodovica. 

HOLAA! Bueno me voy a presentar para que me conozcan un poco. 

Me gusta mucho Dievica y Diecesca. Soy comellista y dieguista. Me encanta escribir aunque soy nueva en esto y la verdad es que un poco me asusta porque no se si les va a gustar o no. 
Soy de Argentina, Buenos Aires. 
Espero que disfruten la novela y espero estar subiendo seguido. Me encantaría que mientras la novela vaya avanzando ustedes opinen lo que les gustaria y lo que no les parece. 
Gracias por leer♥ 


Decir adiós-DievicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora