⋆˚𝜗🦢𝜚˚⋆ Capítulo dieciséis

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Soojin entró a la casa empujando la puerta con más fuerza de la necesaria

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Soojin entró a la casa empujando la puerta con más fuerza de la necesaria. Estaba triste, sí, pero sobre todo, molesta. ¿Cómo pudo no darse cuenta?. Se dejó caer en el sillón por un momento, cruzando los brazos, pero no pudo quedarse quieta. Necesitaba estar sola. Se levantó de golpe y fue directo a su habitación, subiendo las escaleras con pasos pesados. Una vez adentro, cerró la puerta de un portazo, como si eso fuera a alejar el enojo que sentía.

Sus manos temblaban de la rabia contenida. ¿En serio? ¿Jugyeong?, pensaba mientras apretaba los dientes. Claro, Jugyeong era amable y bonita pero no podía evitar sentir que era injusto. oojin había estado ahí para Suho siempre, apoyándolo, escuchándolo, y al final, nada. Era como si todo lo que había hecho no hubiera significado nada. Y eso dolía. Dolía porque ella había esperado, sin decir nada, pensando que quizás algún día él la vería de otra manera. ¿Por qué ella y yo no? ¿no fui suficiente?, se preguntaba una y otra vez.

Soojin sintió que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Intentaba contenerlas, como si al no llorar pudiera protegerse del dolor, pero era inútil. Su pecho subía y bajaba, luchando por controlar esa mezcla de tristeza y molestia que amenazaba con desbordarse. ¿Por qué duele tanto? pensó, apretando los puños con fuerza.

De repente, la puerta de su habitación se abrió con un leve chirrido, y su hermano, sin anunciarse, asomó la cabeza. 

━━ Soojin, ¿estás bien? ━━  preguntó, su voz suave pero cargada de preocupación al ver el rostro abatido de su hermana. No necesitaba más que una mirada para saber que algo andaba mal.

Soojin no intentó ocultarlo esta vez. No podía, estaba cansada. Las lágrimas corrían por sus mejillas, y su pecho se agitaba mientras trataba de hablar. 

━━ No...no estoy bien  ━━ admitió con la voz entrecortada, soltando un suspiro cargado de todo el dolor acumulado. No tenía la energía ni las ganas de fingir frente a él. Después de todo, él era su mellizo, el único que podía ver su lado más vulnerable y no la juzgaría. 

Daehyeon, en lugar de decir algo de inmediato, entró a la habitación y cerró la puerta detrás de él. Se acercó a ella y se sentó a su lado en la cama, sin prisas, dándole el espacio que necesitaba. No la presionó, pero le dejó claro que estaba allí.

HYPE BOY 🍙 Han SeojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora