𝐌𝐘 𝐅𝐔𝐍𝐍𝐘 𝐕𝐀𝐋𝐄𝐍𝐓𝐈𝐍𝐄, spencer reid

chapter 7

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Madeline volvió automáticamente a su modo de mesera en cuanto todos estuvieron sentados. "Um, ¿quieren algo de comer o beber? Diría que es por cuenta de la casa, pero son muchos."

"Yo estoy bien, pero cubriré la mesa," ofreció Morgan.

Todos en la mesa lo miraron sorprendidos. "¿Qué?"

"Hoy estás siendo muy amable, Morgan, ¿qué te pasa?" bromeó Garcia, dándole un golpecito en el brazo musculoso.

"Siempre soy amable, no inventes, Baby Girl." El equipo rió. Era agradable ver que las personas con las que Spencer pasaba todos los días eran como una familia. Debía requerir esa clase de fortaleza para hacer lo que hacían a diario.

"Hey, ¿por qué no te sientas? Entrevista con la familia," Rossi le indicó a Madeline que se sentara al lado de Spencer. Su novio le sonrió ampliamente y asintió, sabiendo que él había estado esperando que conociera a algunas de sus personas favoritas en el mundo.

Spencer se levantó y sacó una silla para que Madeline se sentara junto a él. Ella se acomodó nerviosa.

"Aún no nos has dicho tu nombre," comentó Rossi con tono casual.

"Oh, soy Madeline. Lo siento, no esperaba esto." Ella rió por lo bajo mientras sentía la mano de Spencer escabullirse suavemente hasta su muslo, descansándola ahí, calmándola mientras Rossi y el equipo lanzaban más preguntas.

Finalmente, el equipo se fue al atardecer, y Madeline y Spencer se quedaron junto a la puerta, despidiéndolos con la mano. Casi tan pronto como se fueron, Madeline soltó un suspiro de alivio. Spencer le acarició la espalda, deslizando sus dedos por su cabello.

"Hey, gracias por hacer eso." Spencer la tomó por las caderas para girarla hacia él mientras Madeline rodeaba su cuello con los brazos.

Lo miró por un momento, rascándole suavemente la nuca. "Valió la pena, por ti." Se inclinó para besar sus labios lentamente. Un beso largo, pero que le transmitió mil palabras. Sin embargo, una pregunta seguía rondando en su mente. "Tengo una pregunta."

"Mhm," Spencer asintió, abrazándola aún más fuerte.

Madeline tosió un poco, sintiendo cómo sus manos se volvían sudorosas. "Antes de que llegaran, me llamaste tu 'pareja'." Pausó, conteniendo la respiración. "No importa." Desvió la mirada, alejándose un poco de Spencer.

Mientras se alejaba y tomaba un trapo de la encimera, sintió un tirón en su mano libre. Spencer le levantó suavemente la barbilla antes de besarla. Colocó ambas manos en las mejillas de Madeline mientras ella dejaba caer el trapo y lo sujetaba por el cabello con delicadeza.

"Mm," murmuró él en voz baja. "Soy tu novio, ¿no? No bromeo con esto. Esto es lo que quiero." La besó de nuevo, dejándola con el corazón acelerado y sorprendida.

Dejó que sus manos descansaran de nuevo en sus caderas mientras Madeline separaba los labios. "Significas mucho para mí, Spencer," dijo mientras le acariciaba el cabello. En ese momento, en la panadería oscura, con el atardecer desvaneciéndose y palabras susurradas, quedó claro que ella amaba al Dr. Spencer Reid. Más de lo que él podría entender. Y que él también la amaba, más allá de palabras y límites.

"¿Quieres... ir a mi apartamento? Podemos ver algunas películas y— no tengo mucha comida en casa como tú, pero tengo un montón de café y té y, bueno, ingredientes." Ella rió ante su nerviosismo. Nadie lo desconcertaba tanto como ella, se dio cuenta. Pero le encantaba. Y a él también.

"Está bien, no tengo mucha hambre de todos modos. Me encantaría un poco de té."

"Puedo hacer eso," le susurró, besando su frente antes de indicarle que salieran por la puerta.

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